Cuando apreciamos el funcionamiento de un Liderazgo, tanto personal o individual, o el que ejerce como tal una cultura -que es el verdadero liderazgo de los humanos- sobre el resto de individuos de un grupo social ¿No funcionan unos y otros sometidos exactamente a una interacción gravitatoria? ¿No ejerce el líder –la Cultura-, como lo haría el sol en su sistema sobre sus planetas, atrayendo y dominando, en este caso, a todos los individuos y sub-grupos haciéndoles girar a su alrededor y sometidos a sus fuerzas: Ordenes, ideas, dogmas y costumbres? ¿Y ese individuo o grupos pequeños –asociaciones, familias, empresas, provincias- no están sometidos a esa interacción de la que no pueden sustraerse? ¿Y la fuerza propia de su voluntad al nacer no es la que empuja a cualquier individuo, y por ello vive toda su existencia buscando el equilibrio entre su yo y su voluntad personal, y el sometimiento a esa cultura, a la que debe obedecer y seguir? O incluso los que la abandonan ¿No lo hacen rompiendo lazos, pero inexorablemente buscando otros que funcionarán exactamente igual? Nadie es una isla, el que deja una cultura siempre se une consciente o inconscientemente a otra.
Y la ligazón que une a los individuos respecto a una cultura, ¿No es acaso una fuerza-interacción exactamente igual que el electromagnetismo? ¿Enseñadas y adoptadas por un individuo una serie de ideas, preceptos, reglas, creencias y costumbres, no le siguen y le vinculan, esté donde esté, y a la distancia que se halle, igual que una fuerza electromagnética domina cualquier partícula? Por eso se dice que es la Cultura la que ejerce el verdadero liderazgo sobre una persona. Esto sucede desde al menos hace más de 10.000 años atrás cuando se crearon las grandes culturas . Porque son sus creencias generales y la concepción del mundo adoptada de su cultura –enseñada a fuego por sus progenitores y maestros- las que le vincularán el resto de sus días.
Respecto a las interacciones de las dos Nucleares, la Fuerte y la Débil, ¿No funcionamos todos los individuos constantemente sometidos a las fuerzas del grupo al que pertenecemos, que intenta agruparnos, amalgamarnos, dominarnos y hacer que sigamos una orden y modelo común? Exactamente igual que el que ejerce cualquier núcleo atómico, o la unión de cualquier molécula que impide que se rompan si no actúa una fuerza superior desde el exterior.
Y la Interacción Nuclear Débil, ¿No nos lleva a que en todo momento y lugar todo individuo medianamente formado y con espíritu crítico se cuestione si debe seguir su voluntad, o la de cualquier grupo menor que le vincule, o continuar dominado por el grupo cultural mayor y someterse a las creencias, costumbres o convencionalismos de la época? Es una lucha constante como en cualquier estructura física entre la unión y la separación. Entre la fuerza gravitatoria, magnética o Nuclear fuerte, que chupa del individuo, del planeta pequeño, de los electrones, contra su propia fuerza inercial, contra la voluntad propia de cualquier ser humano individual que constantemente quiere ejercer su deseo y seguir el derrotero de sus emociones. Aquí surge la llamada búsqueda de la… Libertad.
En ese combate constante se desarrolla toda la física, los sistemas planetarios, los átomos y moléculas y la vida de cualquier individuo y el grupo social, o los permanentes y distintos grupos y sub-grupos sociales organizados a los que irremisiblemente durante toda su vida se ve abocado a pertenecer. Cuando, además, ya nace en uno de ellos y totalmente impregnado, no solo genéticamente, sino socialmente, de sus progenitores y maestros. Dime con quién andas y te diré quién eres.
¿No es acaso la creación de las civilizaciones, culturas, imperios y estados, ese juego y equilibrio constante entre la Interacción Nuclear fuerte –la capacidad de aglutinar y dominar el conjunto- creando grandes agrupaciones, y la Interacción Nuclear Débil –el deseo de cada individuo y sub-grupo, de ser “Libre” e “Independiente”- y luchar a cada momento por separarse o sustraerse a las decisiones de los de arriba?
Si de verdad queremos estudiar y aprender, nos dice claramente Yony, no nos queda más remedio que abrir los ojos y comprobar en la naturaleza, con el estudio de la Sociología, y la Psicología, tanto del individuo como de los grupos sociales, si esos comportamientos se dan de esa forma, como regla muy general, en todas las culturas y en todas las épocas de la historia pasada. Y veremos que siempre han sido y son así.
Si es así, debemos concluir que estamos ante leyes universales que debemos, cuanto antes, incorporar al acervo de Conocimientos de los que ya disponemos, y hacer de ello una… Verdad objetiva.