Un reciente informe ha revelado que el ataque con misiles de Irán, llevado a cabo el 13 de junio, tuvo como objetivo un centro de mando militar subterráneo clasificado, conocido como «Site 81», ubicado bajo las lujosas Da Vinci Towers en Tel Aviv. Este sitio es operado conjuntamente por Israel y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, y se considera un importante centro de inteligencia para las operaciones militares israelíes.
La instalación ha sido objeto de críticas debido a su ubicación en una zona densamente poblada, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad civil. Tras el ataque, las autoridades israelíes sellaron la zona afectada y limitaron el acceso a periodistas, incluyendo a corresponsales de medios internacionales. Además, se ha observado que las imágenes satelitales del área han sido deliberadamente difuminadas en plataformas como Google Maps para ocultar la infraestructura militar.
Confirmación del papel estratégico del bunker
Corrrespondencia filtrada ha confirmado que Site 81 funciona como un nodo crítico para el comando militar israelí. En un intercambio de correos electrónicos de 2015, James Stavridis, excomandante de la OTAN, mencionó a Gabi Ashkenazi, exjefe del Estado Mayor israelí, sobre un contrato otorgado a la empresa ThinkLogical para desarrollar redes de comando y control en este sitio. La importancia estratégica del lugar queda evidenciada por la falta de cobertura mediática sobre el ataque en los medios israelíes.
A pesar del estricto control informativo impuesto por Israel, The Grayzone logró identificar Site 81 utilizando una fotografía del Cuerpo de Ingenieros publicada en 2013. Esta imagen fue vinculada a puntos de referencia cercanos a las Da Vinci Towers. La censura sobre este tema ha generado inquietudes acerca del control narrativo y la transparencia informativa.
Implicaciones legales y éticas
La ubicación del bunker, a menos de 100 metros de un parque infantil, resalta una aparente doble moral en torno al uso de escudos humanos, una acusación que Israel ha dirigido históricamente hacia los palestinos. La revelación de Site 81 indica que las infraestructuras civiles en Tel Aviv también pueden servir como fortificaciones militares, lo cual podría convertirlas en objetivos legítimos según el derecho internacional.
El ataque no solo expone las vulnerabilidades en las defensas aéreas israelíes sino que también pone de manifiesto la capacidad precisa de Irán para llevar a cabo ataques contra objetivos estratégicos. A medida que aumentan las tensiones en la región, persisten interrogantes sobre quién controla la narrativa mediática y quién se beneficia del silencio informativo respecto a estos incidentes.
Para más información sobre el impacto de los misiles iraníes en Tel Aviv, puede consultar este video.