El Senado de Estados Unidos ha rechazado un proyecto de ley de financiamiento a corto plazo, lo que pone al gobierno en riesgo de un cierre a finales de septiembre. Las diferencias entre demócratas y republicanos persisten en torno a los niveles de financiamiento y a políticas adicionales, como los subsidios del programa ObamaCare. El Congreso tiene un plazo de dos semanas para resolver estas discrepancias antes del 1 de octubre.
La medida, conocida como resolución continua (CR), tenía un costo estimado de $1.7 billones y buscaba financiar al gobierno hasta el 21 de noviembre. Sin embargo, no logró obtener los 60 votos necesarios, cayendo por un margen de 44 a 48. Solo el senador John Fetterman (D-PA) apoyó la propuesta en el Senado, mientras que dos republicanos, Rand Paul (R-KY) y Lisa Murkowski (R-AK), se unieron a la oposición demócrata.
Decisiones clave en juego
- Las tensiones partidistas son evidentes: los demócratas han señalado la necesidad de incluir provisiones adicionales, como la extensión de los subsidios del Acta de Cuidado Asequible (ACA), que están programados para expirar a finales del año y que afectarían a millones de beneficiarios.
- En cuanto a la dinámica del Senado, los republicanos argumentaron que el proyecto era una CR "limpia", desvinculada de cuestiones políticas, y que proporcionaba el tiempo necesario para deliberaciones presupuestarias ordenadas. El líder mayoritario del Senado, John Thune (R-SD), desestimó las solicitudes de negociaciones inmediatas, afirmando que los demócratas habían respaldado medidas similares durante la administración Biden.
- En relación con las provisiones sanitarias, los demócratas, liderados por el líder minoritario de la Cámara, Hakeem Jeffries (D-NY), han insistido en incluir extensiones para los subsidios del ACA en cualquier medida temporal, estableciendo una postura firme contra la propuesta actual republicana.
Votaciones y motivaciones
- Desde una perspectiva republicana, el presidente de la Cámara, Mike Johnson (R-LA), logró asegurar su aprobación en la Cámara por un estrecho margen (217-212). Sin embargo, disidentes clave como el representante Thomas Massie (R-KY) expresaron su oposición, argumentando que el proyecto no lograba reducir lo que consideran gastos excesivos posteriores a Biden. Massie expresó en Twitter: "Esto es una clara violación de mis valores y principios".
- Por su parte, los demócratas del Senado, incluyendo al líder minoritario Chuck Schumer (D-NY), permanecieron unidos en su rechazo al proyecto. Schumer criticó el enfoque republicano al afirmar: "Los republicanos se han negado a negociar de buena fe desde el primer día".
Cierres como arma política
Los cierres gubernamentales se han convertido en una ocurrencia frecuente en las últimas décadas, utilizados con frecuencia como herramienta de negociación política por ambas partes. El último cierre tuvo lugar entre 2018 y 2019 y duró 35 días. Desde 1976 se han registrado 22 cierres gubernamentales, la mayoría provocados por desacuerdos sobre prioridades presupuestarias o políticas sanitarias. Este ciclo de maniobras partidistas pone de manifiesto las profundas divisiones dentro del gobierno.
Tiempo limitado para alcanzar un acuerdo
A medida que se acerca la fecha límite del 1 de octubre, ambos partidos deben llegar a un consenso y aprobar un presupuesto anual o una nueva resolución continua. Si no se logra un acuerdo, el gobierno federal podría experimentar un cierre parcial tan pronto como el 1 de octubre. Tras la votación en el Senado, ambas cámaras se tomaron una semana libre, dejando a los legisladores solo dos días hábiles antes del plazo crítico.
Enfoque en seguridad y subvenciones
El proyecto propuesto incluía financiamiento adicional para medidas de seguridad congresional, asignando $88 millones en respuesta a amenazas destacadas. No obstante, los esfuerzos liderados por los demócratas para incluir subvenciones para fuerzas policiales locales y revertir recortes en Medicaid encontraron resistencia por parte de los republicanos. La representante Laura Gillen (D-NY) resumió su frustración diciendo: “No podemos permitir que el temor a un cierre gubernamental silencie las voces de las comunidades que más necesitan asistencia federal”.
La urgencia de la colaboración bipartidista
A medida que se aproxima un posible cierre federal, se hace evidente la urgencia por una colaboración bipartidista. La incapacidad del Congreso para alcanzar un compromiso resalta la necesidad crítica de liderazgo pragmático por parte de ambos partidos. Si los legisladores no logran cumplir con el plazo del 1 de octubre, las repercusiones económicas y operativas podrían ser severas e impactar tanto a trabajadores federales como a programas públicos y operaciones diarias. Las próximas dos semanas serán decisivas para determinar si el gobierno puede evitar un cierre costoso e innecesario o si continuará prevaleciendo el posicionamiento político.
El estancamiento a nivel federal no es solo un problema político sino una preocupación nacional; millones de estadounidenses dependen de servicios públicos y programas gubernamentales. Queda por ver si este inminente impasse motivará a los legisladores a encontrar terreno común o si exacerbará aún más la división existente.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
1.7 trillion |
Monto del stopgap measure propuesto para financiar el gobierno. |
44-48 |
Resultado de la votación en el Senado sobre el proyecto de ley de financiamiento a corto plazo. |
88 million |
Monto adicional propuesto para medidas de seguridad del Congreso. |
2 weeks |
Tiempo restante para que el Congreso resuelva los desacuerdos de financiamiento antes del 1 de octubre. |