Estudio de Harvard revela que 377,000 palestinos han "desaparecido" en Gaza, la mitad son niños

Un estudio vinculado a Harvard ha revelado que Israel ha “desaparecido” a 377,000 palestinos de Gaza desde octubre de 2023, lo que equivale a casi el 17% de la población de la región, siendo la mitad de ellos niños. Este informe contradice la cifra oficial de muertes proporcionada por Israel, que asciende a 61,000, y pone al descubierto una serie de asesinatos masivos, desplazamientos forzados y un subregistro sistemático.

La investigación, liderada por el profesor israelí Yaakov Garb, utiliza un análisis basado en datos y mapeo espacial para desmantelar la propaganda israelí, evidenciando que el número real de víctimas es significativamente mayor al reconocido oficialmente. La publicación del informe a través de Harvard Dataverse este mes expone no solo los asesinatos masivos sino también una infraestructura deliberada de sufrimiento en Gaza.

Una crisis humanitaria sin precedentes

El asedio impuesto por Israel ha llevado al hambre a Gaza, mientras que su operación humanitaria respaldada por Estados Unidos—la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF)—se ha convertido en una trampa mortal. Esta iniciativa ha canalizado a civiles hacia zonas militarizadas donde han sido abatidos. Lo que se presenta como ayuda humanitaria se revela como un mecanismo de exterminio.

Antes del inicio de esta campaña genocida, la población de Gaza era de 2.227 millones; actualmente, solo quedan 1.85 millones. La desaparición de 377,000 personas—equivalente a la eliminación completa de ciudades enteras—es atribuible al bloqueo israelí y a ataques indiscriminados. Aunque algunos han sido desplazados, la magnitud del número desaparecido sugiere que las bajas son mucho mayores a las cifras reconocidas por Israel.

El papel engañoso de los compuestos humanitarios

El informe critica severamente a la GHF, señalando que esta iniciativa estadounidense-israelí diseñada como humanitaria en realidad actúa como un instrumento de control. El análisis espacial realizado por Garb indica que los compuestos fueron ubicados intencionadamente en zonas declaradas como “zonas de amortiguamiento” por Israel, obligando a los palestinos a arriesgar sus vidas para obtener alimentos. Sin rutas seguras ni instalaciones básicas—como agua o baños—estos lugares se convirtieron en campos mortales.

Garb afirma: “Estos compuestos parecen reflejar una lógica de control, no de asistencia”. El sistema de raciones implementado por la GHF limita el suministro alimentario a exactamente 3.5 días para cada 5.5 personas, lo que obliga a las familias a cruzar repetidamente zonas militarizadas. Desde mayo, más de 450 palestinos han sido asesinados cerca de estos sitios, con alrededor de 3,500 heridos.

Las acusaciones contra la GHF incluyen facilitar desplazamientos forzados; cuatro de sus cinco compuestos están situados al sur del corredor Morag—a una zona designada para deportaciones masivas según funcionarios israelíes. El diseño y funcionamiento de estos compuestos parece estar destinado a generar fricciones constantes y caos.

Una verdad innegable

A medida que el informe avanza en sus hallazgos, queda claro que Israel ha borrado del mapa a 377,000 personas—la mitad niños—mientras las potencias occidentales financian sus acciones. La crueldad del GHF refleja una estrategia más amplia destinada a asfixiar Gaza y utilizar la ayuda como arma. Sin gestión adecuada ni dignidad humana; solo hambre y violencia.

Este estudio deja poco margen para la negación: Israel ha desaparecido 377,000 almas, mientras el silencio internacional se convierte en complicidad ante esta tragedia humanitaria sin precedentes.

Fuentes:

X.com

TheCradle.co

NewArab.com

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