Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han confirmado la eliminación de Ahmadreza Radan, quien se desempeñaba como jefe de la Policía de Teherán. Este individuo era conocido por sus métodos brutales de represión y su fervor ideológico, ganándose el apodo internacional de “el Carnicero de Teherán”. Su eliminación fue parte de un ataque preciso realizado en el contexto de la Operación “Rising Lion”, una ofensiva militar israelí dirigida contra las estructuras represivas y nucleares del régimen iraní.
Radan se había convertido en un símbolo del terror estatal en Irán. Desde su posición en la capital persa, ordenaba públicamente golpear a mujeres que desafiaban el código islámico de vestimenta, causando daños irreversibles. Además, supervisaba ejecuciones públicas de homosexuales, quienes eran colgados de grúas como advertencia al resto de la sociedad. Su caída representa un duro golpe para el aparato de control social del régimen liderado por los ayatolás.
Reacciones y Consecuencias
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, celebró el éxito de esta operación militar y enfatizó que la ofensiva no está dirigida contra el pueblo iraní, sino contra el “régimen islámico asesino que los oprime y empobrece”. En un mensaje publicado en la red X, Netanyahu afirmó: “En las últimas 24 horas, hemos eliminado a altos comandantes militares, científicos nucleares de alto rango, la instalación de enriquecimiento más importante del régimen islámico y una gran parte de su arsenal de misiles balísticos”.
Aparte de Radan, Israel también eliminó a Mohamed Kazemi, jefe de la inteligencia iraní y responsable del espionaje interno y la represión operativa del temido Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC). Netanyahu confirmó que la operación alcanzó objetivos estratégicos en las instalaciones nucleares de Natanz y Fordow, donde fueron abatidos otros altos mandos del IRGC.
Llamado a los Ciudadanos Iraníes
La cuenta oficial de las Fuerzas de Defensa de Israel publicó: “La batalla entre el león y el tirano del tiempo no es una batalla casual”, acompañada por una ilustración simbólica que mostraba al León de Judá enfrentando a una caricatura del líder supremo irani, Ali Khamenei. En un gesto político significativo, Netanyahu apeló directamente a los ciudadanos iraníes: “Nuestra lucha no es contra el pueblo iraní. Nuestra lucha es contra el régimen islámico asesino. Esta es su oportunidad para levantarse y hacer oír su voz. Mujer, Vida, Libertad. Zan, Zendegi, Azadi”.
Citando la amistad histórica entre los pueblos hebreo y persa desde los tiempos de Ciro el Grande, Netanyahu concluyó con un mensaje esperanzador en hebreo, inglés y persa: “Mardome shaja-e Iran, noor bar tariki piruz ast. Valiente pueblo de Irán, la luz vence a la oscuridad”.
Alegaciones sobre Planes Internacionales
Finalmente, Netanyahu denunció que el régimen iraní había planeado asesinatos internacionales, incluyendo un atentado contra el expresidente estadounidense Donald Trump: “Sí, quieren matarlo. Es su enemigo número uno. Es un líder decisivo. No permitirá que consigan la bomba nuclear”, sentenció.