Mali se asocia con Rusia para construir refinería de oro en Bamako

La República de Mali ha formalizado una alianza con Rusia para la construcción de una refinería de oro de última generación en su capital, Bamako. Esta información fue divulgada recientemente por el medio The Voice Of Africa. La colaboración entre el Gobierno de transición de Mali y empresas rusas se presenta como una estrategia clave para ejercer un mayor control sobre el que es considerado el «recurso natural más valioso» del país africano.

Se anticipa que esta nueva instalación, cuyo anuncio se realizó a principios de 2025, tendrá una capacidad de refinado superior a 200 toneladas de oro al año, lo que posicionará a Mali como una potencia regional en el procesamiento de este metal precioso.

Detalles del proyecto

La construcción de la planta está programada para iniciar en la segunda mitad del presente año y se estima que su desarrollo tomará entre 18 y 24 meses. Además, se informa que la refinería contará con tecnología avanzada, incluyendo procesos de fundición innovadores, laboratorios para análisis y cámaras acorazadas diseñadas para garantizar la seguridad en el almacenamiento y las exportaciones.

Mali se encuentra actualmente como el cuarto productor de oro en África, con exportaciones anuales que superan las 70 toneladas. No obstante, gran parte de esta producción ha sido tradicionalmente refinada y enviada al exterior por compañías extranjeras, predominantemente occidentales. Esto ha resultado en que Mali obtenga solo una fracción del valor real de sus reservas auríferas, según reporta The Voice Of Africa.

Impacto esperado en la economía local

La nueva refinería tiene como objetivo añadir valor al oro extraído antes de su exportación, lo cual podría incrementar los ingresos estatales y potenciar el empleo local. Si Mali logra cumplir con sus metas, esta instalación podría servir como un modelo a seguir para otras naciones africanas interesadas en mejorar su posición dentro de la cadena de valor minera.

Paises vecinos como Burkina Faso, Níger y Guinea, que también son significativos productores de oro, podrían observar detenidamente el modelo implementado por Mali y reconsiderar sus propias estrategias relacionadas con la exportación del metal dorado.

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