El Departamento de Gobierno Eficiente (DOGE) ha revelado la eliminación de 12.3 millones de registros fraudulentos en el sistema de Seguridad Social, donde se encontraban individuos erróneamente registrados como mayores de 120 años. Esta acción ha permitido un ahorro significativo para los contribuyentes, estimado en $170 mil millones. La investigación liderada por Elon Musk pone de manifiesto las alarmantes ineficiencias y posibles fraudes dentro de los sistemas de prestaciones sociales en Estados Unidos, lo que plantea serias interrogantes sobre la rendición de cuentas y el uso indebido de fondos públicos.
Las discrepancias fueron detectadas a principios de este año cuando Musk destacó públicamente millones de números de Seguridad Social asociados a edades imposibles, incluyendo a una persona registrada con una edad entre 360 y 369 años. Para marzo, DOGE había corregido 3.2 millones de entradas; esta cifra aumentó a 11 millones en abril y alcanzó los 12.3 millones la semana pasada. A pesar del progreso, DOGE advierte que aún existen «casos complejos», como aquellos con múltiples fechas de nacimiento registradas, que requieren una investigación adicional.
Un legado de incompetencia burocrática
La Administración del Seguro Social (SSA) ha dependido durante mucho tiempo de sistemas obsoletos basados en papel. Esta infraestructura arcaica permitió que millones de discrepancias se acumularan, incluyendo a 6.5 millones de personas mayores de 112 años cuyos registros de defunción nunca fueron actualizados, según una revisión realizada en 2015. Aunque la SSA asegura que no se pagaron beneficios activamente a estos «beneficiarios fantasmas», la falta de datos precisos abre la puerta a reclamaciones fraudulentas, robo de identidad y desperdicio sistémico.
En su exposición en febrero, Musk destacó la absurdidad del sistema al declarar: «Hay MUCHOS más números de Seguro Social 'elegibles' que ciudadanos en EE.UU. Esto podría ser el mayor fraude en la historia». Su escrutinio obligó a la SSA a entrar en modo de control de daños, con el Comisionado Interino Lee Dudek reconociendo que los registros carecían de fechas de defunción pero insistiendo en que estas personas «no necesariamente estaban recibiendo beneficios». Sin embargo, los críticos argumentan que la mera existencia de datos tan defectuosos socava la confianza pública y permite abusos.
No ciudadanos y abuso fiscal
Igualmente preocupante es el hallazgo por parte del DOGE que indica que 2.1 millones de no ciudadanos recibieron números del Seguro Social solo en 2024. Anthony Gracias, CEO de Valor Equity Partners y colaborador cercano a Musk, atribuyó este aumento en las inscripciones a políticas implementadas durante la administración anterior, las cuales permitieron a migrantes ingresar a EE.UU. y acceder inmediatamente a beneficios. Esta revelación alimenta inquietudes sobre una expansión insostenible del sistema de prestaciones y el drenaje deliberado de recursos destinados a ciudadanos estadounidenses.
La incompetencia del SSA no solo representa un desastre fiscal; también constituye un riesgo para la seguridad nacional. Sistemas debilitados para verificar identidades hacen que los estadounidenses sean vulnerables a reclamaciones fraudulentas, votaciones ilegales e incluso financiamiento del terrorismo. El hecho de que millones de beneficiarios «fantasmas» hayan permanecido en el sistema durante décadas subraya la urgente necesidad de reformas.
A medida que la SSA intenta justificar sus fallas, el constante escrutinio del DOGE ha demostrado ser indispensable. Los $170 mil millones ahorrados gracias a esta limpieza, junto con otras iniciativas para mejorar la eficiencia, evidencian cómo desmantelar el exceso burocrático puede proteger a los ciudadanos trabajadores. El equipo dirigido por Musk ha realizado lo que los políticos profesionales se negaron a hacer: exigir responsabilidad al gobierno.
No obstante, la lucha está lejos de haber terminado. Los casos restantes «complejos» sugieren una corrupción más profunda, incluyendo posibles redes de robo de identidad o encubrimientos deliberados por actores malintencionados. Cada registro no resuelto representa dólares contribuyentes en riesgo y una traición a la confianza pública.
La limpieza liderada por DOGE marca un momento crucial al exponer cómo décadas de negligencia han convertido al Seguro Social en sinónimo de desperdicio y fraude. Mientras que la SSA minimiza el escándalo, las cifras son contundentes: 12.3 millones de beneficiarios fantasma, 2.1 millones recibidores no ciudadanos y $170 mil millones recuperados pintan un cuadro devastador.
Fuentes para este artículo incluyen:
Breitbart.com
Newsweek.com
FoxBusiness.com
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
12.3 millones |
Entradas fraudulentas en la Seguridad Social |
$170 mil millones |
Ahorros para los contribuyentes |
6.5 millones |
"Recipientes zombis" cuya muerte nunca fue registrada |
2.1 millones |
No ciudadanos que recibieron números de Seguridad Social en 2024 |