El canciller alemán Friedrich Merz ha dado luz verde a Ucrania para utilizar misiles suministrados por Alemania, incluyendo sistemas capaces de portar armas nucleares, en contra de objetivos rusos. Esta decisión sin precedentes, anunciada durante una tensa conferencia de prensa en Berlín, representa un giro significativo en el apoyo occidental hacia Kyiv y aumenta el riesgo de una confrontación directa con Moscú.
Merz también indicó que esta política no se limita a los armamentos alemanes, permitiendo a Ucrania emplear sistemas avanzados de aliados como Francia y Estados Unidos para atacar territorio ruso. Esta medida ha generado un intenso debate entre los miembros de la OTAN, donde críticos advierten que tales acciones podrían provocar represalias catastróficas, mientras que los partidarios sostienen que es un elemento disuasorio necesario frente a la agresión rusa.
Declaraciones del Canciller
En una publicación en X, Merz afirmó: “Haremos todo lo posible para seguir apoyando a Ucrania. Esto también significa eliminar cualquier restricción de alcance sobre las armas que suministramos. Ucrania ahora puede defenderse atacando posiciones militares en Rusia.”
Según informes de Modernity.news, anteriormente se permitía a Kyiv utilizar estos armamentos únicamente contra fuerzas rusas en territorios ocupados de Ucrania.
Cambio en la Política Alemana
Durante su intervención en el “WDR Europaforum 2025” en la conferencia digital re:publica en Berlín, Merz declaró: “Ya no hay restricciones de alcance para las armas entregadas a Ucrania, ni por parte de los británicos, ni por los franceses, ni por nosotros, ni por los estadounidenses.”
Hace dos años, Remix News publicó un video del primer ministro húngaro Viktor Orbán, quien describió cómo el conflicto comenzó con países enviando cascos y luego tanques, evidenciando así la creciente implicación del Oeste en la guerra.
Aumento de Tensión Internacional
A medida que avanza el conflicto, naciones como Gran Bretaña y Francia han proporcionado sistemas avanzados de armamento, incluidos misiles de crucero Storm Shadow y Scalp. Alemania ha estado debatiendo la entrega de sus misiles Taurus, que tienen un alcance de 500 kilómetros; una acción que Moscú ha advertido podría convertir a Alemania en un actor directo del conflicto.
Si bien Merz no mencionó explícitamente los misiles Taurus en su declaración, su predecesor Olaf Scholz había rechazado enviar dichos armamentos a Ucrania por temor a una escalada significativa del conflicto.
Implicaciones para la Seguridad Regional
Este cambio de política se produce en un contexto marcado por continuos ataques rusos sobre ciudades ucranianas y esfuerzos diplomáticos estancados. Merz subrayó que Ucrania no tiene como objetivo áreas civiles —y debe mantener esa distinción— pero enfatizó que un país incapaz de retaliar dentro del territorio del agresor no puede defenderse adecuadamente.
No obstante, encuestas sobre el tema de los misiles Taurus han mostrado consistentemente que la mayoría de los alemanes rechaza enviar dicho misil a Ucrania.
Preparativos para un Conflicto Prolongado
A pesar del rechazo popular hacia el envío de misiles adicionales, parece que las naciones occidentales ya están involucrándose activamente contra las fuerzas rusas. Informes recientes indican que Ucrania ha utilizado misiles ATACMS de largo alcance provenientes de Estados Unidos y misiles Storm Shadow británicos contra objetivos militares en Rusia.
Merz también advirtió que Occidente debe prepararse para una guerra prolongada, incluso mientras se mantienen abiertas las vías diplomáticas. Sugirió que el presidente ruso Vladimir Putin ve las ofertas occidentales de diálogo como señales de debilidad, afirmando: “Nadie puede ahora culparnos seriamente por no haber agotado todos los medios diplomáticos existentes.”
Simultáneamente, el expresidente Donald Trump ha manifestado su creciente desilusión con Putin tras los recientes ataques rusos sobre Ucrania. Trump lanzó recientemente una crítica inusualmente dura hacia Putin en su plataforma Truth Social, describiendo al líder del Kremlin como “absolutamente loco.”