La concepción del mundo que ha llegado hasta nosotros está basada en dichos Mitos. Conceptos ideológicos nacidos de sueños, leyendas, visiones fantásticas creadas al albur de cuevas oscuras. Ahora es la hora de la Razón. ¿Qué es la razón? El Conocimiento. Esas nuevas personas que pretenden construir un mundo y que deben guiar a los demás han de dejar de “Creer” en algo para afirmar simple y sencillamente, “Esto lo conozco y aquello, no”. Y para lo desconocido debo investigar lo más posible para llegar a conocerlo.
Aún estamos en los momentos en que ciertos listillos mediocres creen que alcanzarán su mezquina “Fama” tratando de liderar la vuelta de los viejos idealismos. Hablan de nueva libertad o igualdad, luchando contra la “Casta” o defendiendo los viejos conceptos de superioridad racial, étnica o territorial. Se ha de expresar con absoluta claridad “Se han acabado los Ismos. No al comunismo, socialismo, marxismo, nacionalismo, fascismo, nacismo…” porque son lenguajes crípticos que significan todo y nada. Que sirven tanto para un cocido como para una ensalada de escarola.
La Especie Humana está superando la fase de su Adolescencia –idealista y confusa- para pasar a la fase de la madurez -aplicación de conocimientos contrastados-. Lugar donde lo único que cabe es la palabra Responsabilidad. Hemos de tomar conciencia de que estamos aquí, no sabemos de dónde venimos, ni porqué, ni para qué. Y menos aún sabemos a dónde llegaremos. Pero si sabemos y tenemos claro, que estamos aquí, que somos nosotros, nada más, y que lo bueno y lo malo solo depende de lo que nosotros hagamos.. Que somos una especie animal única y que debemos sobrevivir en las mejores condiciones posibles. Todo ello solo lo lograremos si aplicamos al máximo los conocimientos técnicos de la realidad circundante y no basamos nuestras decisiones en creencias baratas.
Las actuales religiones e ideologías solo pueden llevarnos a la creación de bandos enfrentados. A conflictos sin sentido alguno, porque el único sentido que debemos perseguir es convivir entre todos con el mejor equilibrio posible.
Por otra parte, si impartimos a todos los alumnos conocimientos reales técnicos de la naturaleza de la que formamos parte, las discrepancias ideológicas serán inexistentes. El ejemplo más claro es la medicina, con la brujería y los chamanes había muchas discrepancias de creencias y criterios, con la medicina sabemos que la Anatomía y la Fisiología son las que son, y los criterios médicos especializados son iguales en todo el mundo. En todas las culturas y en cualquier lugar geográfico.
Los conocimientos que se han de manejar son los referentes a la organización social y toma de decisiones tanto privadas como públicas. Hoy ya sabemos que lo importante es el equilibrio social. Es imprescindible que haya gente más formada y otros que menos, personas que dispongan de más recursos y otros más limitados, pero también sabemos que cuanto más ajustada, corta y equilibrada sea esa jerarquía, mucho mejor funcionará, para todos, esa sociedad.
Sabemos que el que ostenta el poder sea el que sea, ha de ser regulado en el ejercicio del mismo, con contrapesos, y con regulación legal sometida a la aplicación de otros órganos, dicho poder. Ya sabemos que lo importante es la capacidad de la que dispone el poder para regular la vida de los demás, sus limitaciones y el sometimiento a unas reglas pre-pactadas, y no la ideología que la sustente. Porque hoy ya conocemos que cualquier ideología es una “Entelequia”.
Lo único que guiará a esas nuevas élites es el Conocimiento.
Sobre el autor
Carlos González-Teijón es escritor, sus libros publicados son Luz de Vela, El club del conocimiento, La Guerra de los Dioses, El sistema, y de reciente aparición Psicología de virtudes y pecados.