El representante Shri Thanedar, del estado de Michigan, ha generado controversia al forzar una votación en la Cámara de Representantes sobre un proyecto de resolución que propone la destitución del presidente Donald Trump. Esta acción ha suscitado una fuerte reacción entre sus colegas demócratas, quienes consideran que el intento es improcedente y carece de apoyo suficiente.
La resolución, que incluye siete artículos de impeachment, se presentó inicialmente en abril y fue reactivada el 13 de mayo. Sin embargo, se anticipa que será rechazada por la mayoría republicana en la Cámara. Thanedar ha acusado a Trump de cometer abusos de poder, corrupción y "tiranía", señalando específicamente obstrucción a la justicia y violaciones de la Primera Enmienda. No obstante, tanto expertos legales como miembros del propio partido han calificado este esfuerzo como poco serio.
Retiro de apoyo y críticas internas
La respuesta negativa hacia la propuesta fue inmediata. Tres demócratas de la Cámara –Kweisi Mfume de Maryland, Robin Kelly de Illinois y Jerry Nadler de Nueva York– decidieron retirar su apoyo públicamente tras enterarse de que la resolución no contaba con la aprobación del liderazgo del partido. “No fue completamente evaluada desde el punto legal”, declaró un portavoz de Mfume, reflejando preocupaciones más amplias sobre la legitimidad del documento.
En conversaciones privadas, varios legisladores expresaron su frustración con el movimiento. Algunos lo calificaron como "una distracción" que desvía la atención de los esfuerzos comunicativos más amplios del partido. Thanedar, por su parte, defendió sus acciones argumentando que eran un deber constitucional y no un intento político personal. Sin embargo, críticos sugirieron que su motivación estaba relacionada con su campaña electoral en curso frente al representante estatal Donavan McKinney.
Decisión final y tensiones dentro del partido
A medida que los republicanos controlan actualmente la Cámara, los líderes demócratas han desestimado este intento como inútil, evidenciando las tensiones internas sobre cómo abordar agresivamente a Trump durante su segundo mandato. La situación subraya las divisiones persistentes dentro del Partido Demócrata respecto a las estrategias políticas a seguir frente al exmandatario.