Para el presidente de Ceuta, pocos días han sido tan duros y difíciles como éste. “No tanto por razón del episodio en sí, sino por lo que trasciende y, por lo que pueda impactar en el ánimo, en el corazón y en la moral de los ceutíes”.
Lo que más le preocupa a Vivas es que este episodio pasará a la historia de Ceuta, y ha pedido "unidad y responsabilidad". El presidente añade, Ceuta es España y tiene que salir de esto con quien tiene la competencia y la capacidad de sus obligaciones, el Gobierno de la nación.
Vivas le ha dicho al Gobierno central que, lo sucedido en Ceuta “no es un asunto de inmigración, tiene más transcendencia”. También ha destacado que, “se trata de restablecer la normalidad alterada en Ceuta y en su frontera, de manera inmediata y contundente, en el ejercicio de la acción diplomática, a través de los distintos departamentos ministeriales y en ello también incluyo al Ejército”.
Cuatro objetivos marca el presidente Vivas a restablecer: el orden en la ciudad; evitar que se siga produciendo la avalancha; devolver a las personas que han entrado de manera irregular a su país de forma rápida e inmediata y, transmitir a los ceutíes confianza y seguridad de cara al futuro.
Vivas asegura que desde aquí lo que hemos hecho es decirle al Gobierno de la nación que, “para nosotros, al margen de colores políticos, hoy es más que nunca el Gobierno de España, y nos sentiríamos absolutamente reconfortados de que actuara; nos consta que está trabajando y en eso confiamos”.
El presidente indica que ha mantenido conversaciones, con el Gobierno de la Nación, la delegada del Gobierno y con el ministro del Interior, también con el ministro de Administraciones Públicas, y espera que, “haya una respuesta contundente y proporcionada a la situación del episodio que hemos vivido”.
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