Desaparecen tres mujeres en Springfield: un misterio sin resolver desde 1992

El enigmático caso del trío de Springfield

Uno de los casos no resueltos más intrigantes en Estados Unidos se remonta a la noche del 6 hasta la madrugada del 7 de junio de 1992, cuando se perdió el rastro de tres mujeres: Sherrill Elizabeth Levitt, Suzanne ‘Suzie’ Streeter y Stacy Kathleen McCall. La desaparición, ocurrida en Springfield, Missouri, ha generado múltiples teorías, pero las autoridades aún no han encontrado la clave que permita resolver este misterio que permanece abierto.

A pesar de haber procesado más de 5.000 pistas, según reportes de medios, los investigadores no han logrado identificar al responsable del hecho. La colaboración del FBI y otras agencias ha sido insuficiente para esclarecer lo sucedido. Las especulaciones sobre el caso han proliferado, especialmente en plataformas digitales.

Los últimos momentos antes de la desaparición

La última vez que se tuvo contacto con las mujeres fue la noche del 6 de junio. Suzie, de 19 años, y Stacy, de 18, asistieron a una fiesta de graduación. Aunque tenían planes de pasar la noche en casa de los anfitriones, decidieron trasladarse a la vivienda de Levitt, madre de Suzie y cosmetóloga de 47 años, debido a la cantidad de huéspedes presentes.

La última comunicación registrada de Levitt ocurrió a las 23:45 horas del mismo día, cuando realizó una llamada a una amiga para comentar su intención de barnizar un mueble. La ventana temporal durante la cual desaparecieron las tres mujeres abarca desde la madrugada hasta la mañana del 7 de junio. A partir de ese momento, su paradero sigue siendo un misterio sin resolver.

Descubrimientos inquietantes

El 7 de junio por la mañana, Janis McCall, madre de Stacy, esperaba a su hija para ir juntas a un parque acuático; sin embargo, Stacy nunca llegó. Alrededor de las 9:00 horas, amigos decidieron visitar la casa y encontraron tres vehículos estacionados frente a ella con la puerta principal sin asegurar.

Un detalle extraño llamó su atención: el vidrio del farol del porche estaba roto mientras que la bombilla permanecía intacta. Uno de los jóvenes decidió barrer los restos del vidrio, lo que podría haber comprometido una posible evidencia crucial para los investigadores.

Llamadas misteriosas y complicaciones en la investigación

Al ingresar a la vivienda, solo hallaron al perro pequeño de Levitt. En el interior estaban los bolsos y llaves de las tres mujeres, así como una caja de cigarrillos perteneciente a Suzie y una lata abierta de refresco. Mientras revisaban el lugar, recibieron una llamada telefónica en donde una voz juvenil emitía comentarios inapropiados.

Los amigos identificados como Janelle Kirby y Mike Henson informaron que hubo al menos dos llamadas durante esa mañana. Más de diez personas entraron y salieron antes que se notificara a las autoridades sobre las desapariciones, lo que complicó considerablemente las investigaciones al contaminar la escena del crimen.

Sospechosos y teorías sobre el caso

A medida que avanzaban las pesquisas, se determinó que las mujeres probablemente estuvieron juntas en casa antes del incidente; sin embargo, no había indicios claros que sugirieran forzamiento en puertas o ventanas. Un giro inesperado ocurrió el 31 de diciembre cuando un hombre llamó a una línea directa relacionada con personas desaparecidas pero colgó al ser transferido a los investigadores; nunca más se supo nada sobre él.

En 1997 surgió otra pista cuando Robert Craig Cox, un ladrón encarcelado en Texas, afirmó saber que las tres mujeres estaban muertas y que sería imposible localizar sus cuerpos. Sin embargo, su testimonio fue considerado poco fiable por parte de las autoridades.

Nuevas líneas investigativas surgen

Las miradas también se centraron en Dustin Recla, exnovio de Suzie. Se sospechó que ella había testificado contra él en un caso anterior relacionado con un robo; sin embargo, nunca fue acusado ni vinculado directamente con el caso. En 2007, Kathee Baird realizó investigaciones adicionales utilizando tecnología avanzada para detectar anomalías en un estacionamiento cercano al Hospital Cox; aunque se identificaron tres irregularidades subterráneas, estas fueron desestimadas por falta de solidez.

Aparte se mencionó una furgoneta verde vista cerca del hogar durante el tiempo crítico; aunque se encontraron restos antiguos relacionados con dicho vehículo más tarde en los años 2000—incluyendo huellas potenciales—no se logró establecer conexión alguna entre estos elementos y el caso específico.

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