La ONU declara oficialmente hambruna en Gaza por primera vez

La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), respaldada por las Naciones Unidas, ha declarado oficialmente una hambruna en Gaza por primera vez, afectando a la ciudad de Gaza y áreas circundantes. Esta situación crítica pone en riesgo a 500,000 palestinos que enfrentan condiciones de desnutrición extrema y privaciones severas tras casi dos años de conflicto. De acuerdo con informes, más de 300,000 niños menores de cinco años están en peligro de sufrir malnutrición aguda, mientras que el acceso a la ayuda humanitaria se encuentra gravemente limitado debido al bloqueo israelí.

El IPC advierte que la hambruna podría extenderse hacia el centro y sur de Gaza para finales de septiembre, amenazando a más de 640,000 personas. En medio de esta crisis, se han reportado más de 1,400 palestinos muertos cerca de los sitios de ayuda respaldados por Estados Unidos e Israel, y al menos 271 personas, incluyendo 112 niños, han fallecido a causa del hambre, según el Ministerio de Salud de Gaza.

Advertencias sobre la crisis alimentaria

A pesar del alarmante informe del IPC, Israel rechaza la designación de hambruna, argumentando que grandes cantidades de ayuda alimentaria están ingresando a la Franja y acusando al IPC de basarse en información errónea. Las llamadas a un alto el fuego y al acceso humanitario sin restricciones siguen sin respuesta efectiva. El IPC insta a una acción inmediata para detener la expansión de esta hambruna completamente provocada por el ser humano.

Este informe marca la quinta ocasión en que el Comité de Revisión sobre Hambrunas (FRC) ha sido convocado para analizar la situación aguda de seguridad alimentaria y nutrición en Gaza. Según el IPC, nunca antes había tenido que volver tantas veces a la misma crisis, lo cual refleja cómo el sufrimiento no solo ha persistido sino que se ha intensificado hasta que la hambruna ha comenzado a emerger.

La situación humanitaria se agrava

De acuerdo con datos proporcionados por las Naciones Unidas, el prolongado conflicto ha devastado tanto la producción como la distribución alimentaria en la región. La Franja de Gaza permanece bajo un bloqueo total por parte de Israel, permitiéndose únicamente una cantidad mínima de ayuda. Las agencias humanitarias han advertido repetidamente que los niveles actuales de asistencia son insuficientes para satisfacer incluso las necesidades más básicas de la población.

La violencia relacionada con la distribución de ayuda también complica aún más la situación. La Fundación Humanitaria Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel y que opera fuera del marco de las Naciones Unidas, ha estado vinculada a varios incidentes mortales. Funcionarios sanitarios palestinos informan que más de 1,400 civiles han muerto cerca de los sitios donde opera GHF; fuerzas israelíes han sido acusadas de disparar deliberadamente contra multitudes desesperadas.

Reacciones internacionales limitadas

A pesar del creciente número de víctimas por hambre en Gaza —que incluye recientes muertes reportadas— el Ministerio de Salud local indica que decenas han fallecido recientemente debido a esta causa. Si continúa esta tendencia actual, se prevé que más personas enfrenten condiciones extremas para finales del mes.

El IPC enfatiza que esta hambruna es completamente provocada por acciones humanas y puede ser detenida y revertida. El informe subraya que ya no hay tiempo para debates o vacilaciones; es urgente una respuesta inmediata y masiva para evitar un incremento exponencial en las muertes evitables.

Negación israelí ante la crisis

A pesar del contundente informe y las evidencias presentadas, Israel continúa negando que haya una hambruna en Gaza. A través de su ministerio exterior se comunicó: “Todo el documento del IPC está basado en mentiras promovidas por Hamas”. Además, afirmaron que desde el inicio del conflicto han ingresado más de 100,000 camiones con ayuda humanitaria al territorio.

A medida que las advertencias sobre esta crisis humanitaria aumentan, la respuesta internacional sigue siendo escasa. Los convoyes humanitarios enfrentan constantes retrasos y obstrucciones mientras los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego duradero permanecen estancados.

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