"Este dolor a corto plazo es para acabar con el virus", argumentaba Lee durante un mensaje televisado a la nación. "No podemos permitirnos la complacencia", ha defendido, pidiendo a los singapurenses que "se aten los machos".
Para ponernos en contexto, Singapur impuso el confinamiento el 7 de abril con el fin de frenar la propagación de la enfermedad. El Ministerio de Sanidad ha informado este martes que, salvo 20 casos, los 1.111 nuevos contagios son extranjeros con permiso de trabajo que se encuentran en las decenas de residencias construidas para albergar a los migrantes de toda Asia.
Hay que destacar que el país ha dado cobijo a unos 1,4 millones de trabajadores extranjeros, unos 200.000 de los cuales viven en residencias atestadas. Por ello, el Ministerio había explicado el lunes que el aumento en los nuevos casos se debía a la realización masiva de test en estas residencias, en las que viven principalmente trabajadores de la construcción de países como Bangladesh, Indonesia, Birmania y Pakistán.
La ministra de Mano de Obra, Josephine Teo, ha reconocido este martes que la situación en estos centros de alojamiento es "muy desafiante", mientras que Lee ha asegurado que los trabajadores extranjeros recibirán asistencia. "Cuidaremos de vosotros igual que cuidamos de los singapurentes", ha afirmado, prometiendo que el Gobierno trabajará con sus empleadores "para asegurarse de que os pagan y de que podéis enviar dinero a casa".
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