CLAVES

Vacunación por ARN y ADN en el suministro de alimentos

OpenAI | Martes 05 de diciembre de 2023

El léxico público ha sido enriquecido por la "pandemia" del coronavirus de Wuhan (COVID-19) con la introducción de un nuevo concepto: el ARNm, que es la abreviatura de ARN mensajero. Se nos informa que las vacunas COVID de Pfizer-BioNTech y Moderna están compuestas por ARNm, aunque se ha descubierto posteriormente que estas vacunas no contienen realmente ARNm, sino que están compuestas por ARN y/o partículas de ADN creadas en laboratorio, las cuales son más resistentes que el ARNm y pueden sobrevivir al proceso de digestión.

En la era moderna, tanto personas como animales están recibiendo estas inyecciones de ARN y ADN, conocidas con mayor precisión. Quizás una amenaza más grave para la salud pública que cualquier otra cosa actualmente en circulación son los residuos de ARN y ADN que llegan a los alimentos que las personas consumen.

En su sitio web, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha creado una página informativa sobre las "vacunas de ADN" que proporciona una explicación más detallada acerca del funcionamiento de estas inyecciones. Un pasaje destacable afirma lo siguiente: "El campo de la vacunación por ADN está experimentando un rápido desarrollo. Las vacunas en desarrollo actualmente no solo emplean ADN, sino que también incorporan aditivos que facilitan la entrada del ADN en las células, lo dirigen hacia células específicas o actúan como adyuvantes para estimular o guiar la respuesta inmune".

Las vacunas de ADN, según las fuentes oficiales de salud pública, son un caballo de Troya que introduce ADN extraño fabricado en laboratorio en los núcleos celulares, lo cual es una revelación aterradora. Un trabajo de investigación ha analizado este tema y explica que hay varias especies bacterianas capaces de transferir plásmidos de vacunas a células huésped de mamíferos, convirtiéndose así en fábricas celulares capaces de producir un gran número de plásmidos de ADN. Esta revelación muestra cómo las vacunas de ADN pueden entregar ADN extraño fabricado en laboratorio en los núcleos celulares, posiblemente de forma permanente.

En 1980, Walter Shaffner hizo un descubrimiento que destaca en el artículo. Por primera vez, se observó la transferencia de genes de bacterias a células de mamíferos. Este fenómeno ocurrió cuando se copiaron en tándem las cepas del genoma del virus SV40 transportado por E. coli en laboratorio y luego se transfirieron a células de mamíferos cocultivadas.

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