El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha declarado que el país está actualmente en una guerra comercial con China, confirmando la implementación de un arancel del 100% como medida de defensa. Durante una rueda de prensa, Trump enfatizó la importancia de los aranceles para la seguridad nacional y su uso como herramienta en conflictos comerciales. Por su parte, China ha manifestado su disposición a luchar "hasta el final" en esta contienda, aunque también deja abierta la posibilidad de negociaciones. Pekín exige a Washington que rectifique sus políticas restrictivas y ha respondido con medidas como el endurecimiento de controles a exportaciones críticas y tarifas portuarias especiales. Para más detalles, visita el enlace.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado este miércoles que su país se encuentra inmerso en una guerra comercial con China. Durante una rueda de prensa, el mandatario respondió a una pregunta sobre el tema afirmando: «Sí, estamos en una [guerra comercial] ahora». En sus declaraciones, Trump subrayó la importancia de los aranceles, indicando que actualmente existe un arancel del 100% y advirtiendo que sin esta medida, el país quedaría vulnerable.
«Mira, tenemos un arancel del 100 %. Si no lo tuviéramos, quedaríamos expuestos como si fuéramos nada. No tendríamos defensa», enfatizó Trump ante los medios. El presidente destacó que los aranceles son fundamentales para la defensa y la seguridad nacional de EE.UU., argumentando que han sido utilizados como herramienta para abordar situaciones adversas en el comercio internacional.
En respuesta a las afirmaciones de Trump, Pekín ha manifestado su disposición a luchar «hasta el final» en esta contienda comercial, aunque también ha dejado abierta la posibilidad de negociaciones. El gobierno chino exige a Washington que rectifique sus «prácticas erróneas» relacionadas con las restricciones impuestas al comercio bilateral.
Ante el anuncio de un arancel adicional del 100 % por parte de EE.UU., China ha reiterado que «no desea pero tampoco teme» una guerra comercial. Como parte de sus contramedidas, el gigante asiático ha endurecido los controles sobre la exportación de tierras raras y magnetos, materiales esenciales para la tecnología y defensa estadounidenses. Además, recientemente impuso una tarifa portuaria especial a buques vinculados a EE.UU., replicando así una medida similar adoptada por Washington.