El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tomó un inusual desvío en su vuelo hacia Estados Unidos para evitar el espacio aéreo francés y el riesgo de arresto debido a una orden de la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de guerra. Su avión, el "Wing of Zion", siguió una ruta más larga sobre Grecia e Italia antes de dirigirse al estrecho de Gibraltar. Esta decisión se produce en medio de crecientes tensiones internacionales tras las acusaciones relacionadas con la campaña militar israelí en Gaza. La exclusión de algunos miembros de su delegación permitió un vuelo transatlántico sin escalas, marcando la primera vez que evita completamente el espacio aéreo francés desde que se emitieron las órdenes de arresto. Las implicaciones legales y diplomáticas son significativas, ya que los estados europeos enfrentan dilemas sobre su obligación de cumplir con las órdenes de la CPI.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha tomado una ruta inusual en su vuelo oficial hacia Estados Unidos, desviándose de su trayecto habitual para evitar el espacio aéreo francés. Esta decisión responde a una orden de arresto pendiente emitida por la Corte Penal Internacional (CPI), lo que ha llevado al mandatario a adoptar medidas extraordinarias para eludir posibles complicaciones legales.
El avión, conocido como el Ala de Sion, siguió un recorrido indirecto sobre Grecia e Italia antes de dirigirse hacia el sur, en dirección al Estrecho de Gibraltar. Este cambio prolongó el viaje, pero redujo la exposición a naciones europeas que están legalmente obligadas a ejecutar las órdenes de arresto de la CPI.
Netanyahu optó por llevar una delegación más ligera, excluyendo a algunos periodistas y asistentes, lo que permitió realizar un vuelo transatlántico sin escalas. Este es el primer caso en que evita completamente el espacio aéreo francés desde que se emitieron las órdenes de arresto en noviembre de 2024.
Las órdenes de arresto incluyen cargos por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad relacionados con la campaña militar israelí en Gaza, donde se han formulado acusaciones sobre tácticas de hambre y ataques indiscriminados contra civiles, generando condena internacional.
Los estados miembros de la Unión Europea, como Francia, Italia y Grecia, enfrentan tensiones legales y diplomáticas debido a sus obligaciones para hacer cumplir las órdenes de la CPI. Expertos legales argumentan que permitir los vuelos de Netanyahu podría violar el derecho internacional.
La situación ha puesto a los países europeos en una posición delicada. El relator especial de la ONU, Ben Saul, ha señalado que aunque el Convenio de Tokio prohíbe generalmente interferir con aeronaves en vuelo, existen excepciones para hacer cumplir acuerdos multilaterales como el Estatuto de Roma. “Si un estado es parte del CPI, tiene el deber de arrestar a Netanyahu si aterriza en su territorio”, afirmó Saul.
A pesar del compromiso previo por parte de París respecto a no detenerlo, Netanyahu decidió tomar un camino alternativo tras solicitar inicialmente permiso para sobrevolar Francia. Fuentes diplomáticas francesas han manifestado incertidumbre sobre las razones detrás del cambio.
Este desvío coincide con un deterioro en las relaciones entre Israel y varios aliados occidentales, incluyendo Francia y el Reino Unido, quienes recientemente reconocieron la condición del Estado palestino, algo que Netanyahu rechaza firmemente.
No es la primera vez que Netanyahu modifica sus planes debido a temores sobre arrestos. En febrero pasado, su vuelo hacia Washington evitó rutas directas europeas y se mantuvo cerca de bases militares estadounidenses como medida preventiva. Yechiel Leiter, embajador israelí ante Estados Unidos, confirmó estas precauciones al afirmar que cualquier aterrizaje en Europa podría resultar en un arresto por crímenes de guerra.
Las órdenes emitidas por la CPI también han avivado debates sobre el creciente aislamiento de Israel. A pesar del rechazo estadounidense e israelí hacia la jurisdicción del tribunal, estas acciones subrayan fracturas profundas entre el gobierno de Netanyahu y sus aliados tradicionales.
La reciente desviación del primer ministro pone de manifiesto el complicado equilibrio que deben mantener los líderes occidentales: respetar el derecho internacional mientras navegan alianzas diplomáticas. Por ahora, parece que las naciones europeas son reacias a hacer cumplir las órdenes contra un jefe de gobierno en funciones; sin embargo, las precauciones adoptadas por Netanyahu indican que toma esta amenaza muy en serio.
Pueden ver más detalles sobre este tema en este video donde Netanyahu niega haber cometido genocidio en Gaza.