El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, ha denunciado el "comportamiento agresivo" de China en el estrecho de Taiwán y sus mares circundantes, advirtiendo que esto tiene repercusiones no solo en Asia, sino también en Europa. Durante una rueda de prensa previa a su visita a Japón e Indonesia, Wadephul destacó la importancia de la región del Indopacífico para la seguridad global y las cadenas de suministro. Además, acusó a Pekín de prácticas comerciales injustas que afectan negativamente a las economías alemana y japonesa. Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión en Asia-Pacífico y una mayor actividad militar europea en la región. Para más información, visita el enlace.
El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, ha expresado recientemente su preocupación por el comportamiento cada vez más agresivo de China en el estrecho de Taiwán y en los mares aledaños. Según sus declaraciones, este comportamiento no solo afecta la estabilidad regional, sino que también tiene implicaciones para Europa, tal como lo reporta Reuters.
Durante una rueda de prensa previa a su visita diplomática a Japón e Indonesia, Wadephul subrayó que están en juego los principios fundamentales de la coexistencia global. En este sentido, afirmó que Europa debe afrontar esta situación mediante su compromiso con un orden internacional basado en normas.
Wadephul destacó que la región del Indopacífico será crucial para determinar la seguridad de las rutas marítimas y las cadenas de suministro globales, lo que a su vez influye en el desarrollo económico mundial. Este aspecto es vital no solo para Alemania y Japón, sino también para otros socios emergentes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), como Indonesia.
En este contexto, el ministro acusó a Pekín de emplear prácticas comerciales desleales que colocan a las economías alemana y japonesa en una posición desfavorable. Su visita se produce en un momento marcado por un aumento de las tensiones en la región Asia-Pacífico.
Recientemente, el destructor estadounidense USS Higgins fue expulsado por fuerzas chinas mientras navegaba cerca de la isla Huangyan, un banco de arena disputado entre China y Filipinas. Este incidente refleja el creciente clima de tensión en estas aguas estratégicas.
Diversos gobiernos europeos han comenzado a fortalecer sus vínculos con Taiwán, buscando reinterpretar su adhesión a la política de "una sola China" desde una perspectiva diferente a la defendida por Pekín. Al mismo tiempo, la Unión Europea avanza en su estrategia para eliminar riesgos asociados con la dependencia económica hacia China continental.
Esta tendencia ha generado inquietud en Pekín ante el aumento de la actividad militar europea en el Indopacífico y la percepción de que Bruselas podría estar inclinándose hacia una postura que favorezca las aspiraciones independentistas taiwanesas.