La planta de Fordo, una instalación nuclear subterránea en Irán, se perfila como un nuevo objetivo para Israel tras los recientes ataques a Natanz. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que su intención es desmantelar el programa nuclear iraní, considerado una amenaza existencial. La implicación de Estados Unidos en posibles acciones militares está en la balanza, mientras el presidente Donald Trump evalúa su respuesta al conflicto. Fordo, ubicada cerca de Qom y operada bajo supervisión del OIEA, es conocida por su capacidad de enriquecer uranio hasta un 60% y se cree que solo podría ser destruida con armas convencionales específicas. A medida que las tensiones aumentan, la comunidad internacional observa de cerca la situación y las decisiones que puedan tomarse. Para más información sobre este tema crucial, visita el enlace a la noticia completa.
Recientemente, la planta nuclear de enriquecimiento de uranio de Natanz ha sido objeto de ataques, lo que ha llevado a que la instalación subterránea de Fordo se convierta en uno de los próximos objetivos potenciales para Israel en territorio iraní. Desde el inicio de las ofensivas unilaterales contra Irán, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que su intención es desmantelar el programa nuclear de Teherán, al que considera una «amenaza existencial» para su nación.
La atención ahora se centra en Fordo y la posible participación directa de Estados Unidos en un ataque. El presidente Donald Trump ha indicado que tomará dos semanas para decidir si se involucra abiertamente en este conflicto.
Fordo es reconocida como la segunda mayor instalación nuclear en Irán, superada únicamente por Natanz, que ha sufrido daños recientes debido a los bombardeos. Esta planta está situada cerca de Qom, aproximadamente a 95 kilómetros al suroeste de Teherán, y opera bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) perteneciente a las Naciones Unidas.
Construida en secreto alrededor del año 2006, su existencia fue revelada en 2009. Según información proporcionada por Nuclear Threat Initiative (NTI), la instalación cuenta con dos salas dedicadas al enriquecimiento, cada una diseñada para albergar ocho cascadas de gas IR-1, sumando un total de 3.000 centrifugadoras.
En 2015, Irán alcanzó un acuerdo conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto junto al grupo P5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) y la Unión Europea (UE). Este pacto incluyó el levantamiento progresivo de sanciones contra Irán a cambio del compromiso por parte del país persa de no desarrollar ni adquirir armas nucleares.
No obstante, en 2018, durante la administración Trump, Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo y reactivó sanciones contra Teherán. Como respuesta a estas acciones, Irán comenzó a suspender gradualmente sus compromisos establecidos en el pacto.
A principios de 2023, una inspección realizada por el OIEA reveló que se habían instalado centrifugadoras en Fordo capaces de enriquecer uranio hasta un 60% de pureza.
Dicha instalación está diseñada para resistir ataques convencionales; se encuentra enterrada entre 80 y 90 metros bajo tierra y roca. Además, posee sistemas defensivos como misiles tierra-aire iraníes y rusos desde 2016. En ese año, Irán adquirió sistemas antiaéreos S-300 procedentes de Rusia cercanos a esta planta.
A pesar del nivel de protección que presenta Fordo, algunos expertos sugieren alternativas para su destrucción. El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) menciona que Israel podría utilizar bombas como la GBU-28 o la BLU-109 para atacar entradas superficiales o sistemas ventilatorios ligeramente enterrados. Aunque esto no destruiría la planta nuclear completamente, podría dejarla temporalmente inoperativa.
Además se contempla la posibilidad del sabotaje, tal como ocurrió con el ciberataque Stuxnet en Natanz en 2010 o mediante asesinatos selectivos como el caso del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh en 2020.
Una opción más extrema sería el uso directo de armamento nuclear. Israel posee un arsenal estimado en unas 90 ojivas nucleares, según datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo. Sin embargo, emplear tales armas cambiaría radicalmente el panorama internacional.
A medida que las tensiones aumentan, Estados Unidos evalúa su posible involucramiento directo en este conflicto. Recientemente Trump mencionó que aún no ha tomado una decisión sobre llevar a cabo un ataque contra Fordo; sin embargo, los planes militares ya están preparados.
A pesar del clima tenso actual, informes recientes indican que Teherán no está buscando activamente desarrollar armas nucleares, pudiendo tardar hasta tres años si decidiera hacerlo. Esto coincide con declaraciones del director general del OIEA, Rafael Grossi: «No tenemos ningún indicio» sobre un programa sistemático destinado a fabricar armas nucleares en Irán.
Siga las actualizaciones sobre el enfrentamiento entre Irán e Israel en nuestro MINUTO A MINUTO
Cifra | Descripción |
---|---|
80 - 90 m | Profundidad de la planta de Fordo |
3,000 | Número de centrifugadoras en Fordo |
60% | Porcentaje de enriquecimiento permitido en Fordo |
13,000 kg | Peso de la bomba GBU-57 |
2,600 kg | Peso de la ojiva de la bomba GBU-57 |
2 toneladas TNT | Capacidad explosiva equivalente de la bomba GBU-57 |
90 | Número estimado de ojivas nucleares que posee Israel |