Creo que es importante que una historia amable, una historia de amor, les cuente que también eso sucede con nosotros los inmigrantes. Que a pesar de ser gente trabajadora que estamos luchando por nuestros sueños, también tenemos este pequeño detalle que no podemos regresar (a nuestros países de origen), y que nos convierte en algo de lo que se ha hablado mucho, de no ser ni de aquí, ni de allá, y cómo eso afecta en la vida de las personas.
¿Qué estás dispuesto o dispuesta hacer por amor? Fue la pregunta que me hice tras conocer la historia que contaré a continuación. Más allá de las concepciones románticas o religiosas existentes, el amor no es otra cosa que una energía que nos lleva a buscar un estado de plenitud. Plenitud que no es para disfrutarla en otras vidas o en otros planos, sino para experimentarla aquí y ahora. Por eso el amor mueve montañas entre migrantes y es capaz de provocar los más grandes milagros, pero también de motivar los más duros sacrificios.
Mucha gente no conoce a inmigrantes, no conoce a nadie que no tiene documentos. Yo, Jose Mateos Mariscal, español responsable de "Un español en Alemania", un serial que narra la historia de amor sin fronteras de parejas que emigra a Alemania, quise hacerlo, pero también para enseñar a la gente la cara del inmigrante que no es el estereotipo. Son las historias normales de la gente real que vino a Alemania por un sueño, que no vino por violencia de pandillas ni de narcotraficantes.
Vivo un amor a escondidas con un hombre casado
Nuestra amiga Antonia, de Madrid (España) nos comparte su historia, en la que conoce un hombre en Alemania, Pedro López de Granada (España), del cual se enamora y decide vivir su amor, aunque este sea casado.
Hola amigos,
Me llamo Antonia, tengo 33 años. Yo también estoy viviendo un amor prohibido, secreto. Yo vivo en Alemania desde hace un año y cuatro meses; vivo en Solingen. Todo empezó cuando una tarde de octubre recibí una llamada de un primo comentándome que tenía un amigo extranjero de España, el cual necesitaba ayuda. Estaba tan aburrida, que empezamos a comunicarnos como amigos, me comentó su vida, de su familia, de sus hijos y de la mujer de quien estaba separado en ese momento. La relación entre él y yo ya iba avanzando más que una amistad, y me invitó para venir a la capital y conocernos personalmente, ya que nos veíamos por video solamente. Bueno, en enero del 2020 yo acepté la invitación para venir a vivir a la capital.
En febrero de ese mismo año nos conocimos personalmente, todo fue sin importancia para mí, ya se me declaraba, cada día que pasaba yo lo evadía, y para ironía de la vida, mi primo se enojó y me dijo para que nunca más tuviera contacto con él. Bueno, fue lo peor para mí porque cuando sentí que me alejaban de él, me di cuenta que ya me había enamorado. En unos de esos días, cuando más sola me sentía, me mensajeó y me dijo que había vuelto con la mamá de sus hijos pero que antes de volver a la casa me quería ver. Bueno, yo acepté. Era un 17 de julio en el cumpleaños de mi hermano, que acepté salir con él, y sin dudar hice lo que mi primo me había prohibido (estar con él).
Ahí hablamos bien y me propuso vivir un amor sin maldad, a escondidas, con libertad, en secreto… yo acepté. Desde ese momento y hasta ahora lo estoy viviendo intensamente, disfrutando su amor, su cariño, pero los momentos que no estoy con él sufro porque de tan solo imaginarme que tiene una vida aparte, sus hijos, su mujer, y que los días que no está conmigo está con ellos. Es una lucha de día a día. Pero un mensaje de él cada día alegra mi vida, mis días y creo que realmente estoy enamorada de él… ¡Por qué acepté estar con él aparte de todo!
Pedro, escribo esta carta:
Hola amor,
Te escribo esta carta, que es un mensaje de amor, para que puedas recoger mis palabras y mis sentimientos cuando quieras. Sé que a veces me siento culpable, que a veces dudo de esta historia nuestra que para mí es una novedad y que nunca pensé que iba a vivir. Pero mis dudas desaparecen en cuanto me recibes en tus brazos. Quiero que entiendas que todavía no sé muy bien cómo manejar esta pasión y este deseo, que tengo miedo del camino que pueda tomar nuestra aventura, pero todavía estoy dispuesto a seguir viéndote y disfrutando tanto como tú a mí. Y tengo que pedirte un poco de paciencia cuando la inseguridad me asalta. Pero también tienes que saber que esta inseguridad desaparece tan pronto como recibo tu llamada, tan pronto como tengo el momento de nuestros encuentros secretos, que son sólo nuestros. Y eso hace que nuestra historia sea más intensa, más veraz y más auténtica, aunque a veces lo único que quiero es que el tiempo se detenga y no tenga que volver a separarme de ti. Si soy realista, sé que la mejor manera de mantener nuestra historia no es cambiar su carácter prohibido, que sigue siendo tan difícil encontrarte, que sigue siendo como un amor imposible, sino como un deseo materializado, tan real que sus huellas se hacen evidentes en mi piel erizada cada vez que pienso en ti.
Te deseo Pedro…