Los sucesivos descubrimientos de arsenales de armas en el norte de África, el último en el sur de Argelia, hace sospechar a los servicios antiterroristas que el Estado Islámico y Al-Qaeda del Magreb Islámico están inundando la regiónde armamento, como parte de la estrategia de extender el autoproclamado califato mundial desde Asia hasta el Magreb. En esta región, incluido el Sahel, miles de fusiles Kalachnikov, ametralladoras, lanzagranadas y misiles “Stinger” procedentes de los arsenales del ejército libio se encuentran en poder de los yihadistas.
El hallazgo el 10 de abril por el Ejército argelino de un
arsenal de armas pesadas en la región de Adrar, en el suroeste del país, en pleno desierto del Sahara y cerca de las fronteras con Malí y Mauritania, ha sorprendido a los servicios antiterroristas que hablan abiertamente de un “salto cualitativo” del movimiento yihadista en el norte de África, según supo mil21 en fuentes de inteligencia magrebíes.
Los yihadistas pretenden extender el califato mundial desde el Magreb hasta Asia
El contenido del arsenal indica que el Estado islámico y Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) introducen armamento pesado desde Libia con la intención de abrir tres frentes, además del libio: el Sahel, Argelia y Túnez. Esto solo tendría una explicación, a juicio de las citadas fuentes: El Estado Islámico, con el apoyo del AQMI dirigido por Mojtar Belmojtar y Abdelmalek Droukdel, trata de asentar en todo el norte de África el califato islámico mundial, autoproclamado en junio de 2014 por el también autoproclamado califa y “príncipe de los creyentes” Abu Bakr Al-Baghdadi, con la intención de extenderlo desde el Magreb hasta Asia.La rama magrebí de Al Qaeda nació en Argelia en 2006 cuando el Grupo Salafista del Predicación y Combate se declaró vasallo de Osama bin Laden.
Ametralladoras y morterosEl Ministerio de Defensa argelino comunicó que se habían incautado 11 fusiles AK-47 Kaláshnikov,10 rifles semiautomáticos SKS Simonov, dos fusiles con miras telescópicas, 3 fusiles ametralladores FM, lanzagranadas RPG, 5 ametralladoras pesadas KPV de 12,7 mm.y14,5 mm. (utilizadas contra vehículos blindados), 60 morteros de 82 mm. con 168 obuses, 54 cohetes y 19.000 balas de diferentes calibres.
El Estado Islámico y Al Qaeda del Magreb acumulan arsenales para abrir tres frentes: Sahel, Argelia y Túnez
A ello se une la reciente
captura de misiles “Stinger” tierra-aire, de la que informó mil21. La posesión de estos certeros misiles en manos de los yihadista preocupa a los servicios antiterroristas occidentales dado que el espacio aéreo norteafricano es surcado diariamente por cientos de aviones comerciales que cubren las rutas entre Europa y el continente africano.
Dos tipos de arsenalesLos arsenales yihadistas estarían divididos en dos tipos: Por un lado, los que contienen, sobre todo, armas pesadas como ametralladoras de gran calibre y lanzagranadas, enfocados a combatir en zonas desérticas y montañosas donde necesitarían una mayor capacidad de fuego. De otro, los arsenales de armas cortas para llevar a cabo atentados en núcleos urbanos, como el descubierto el 8 de abril en
Ceuta. Los yihadistas se hicieron con las armas de los arsenales del Ejército libio a la caída del régimen de Gadadi. La anarquía que reinó en esas semanas permitió a AQMI, al Estado Islámico y a grupos yihadistas hacerse con armamento y munición en perfecto estado.
Armamento procedente de Oriente Medio estaría llegando a Libia en mercantes fletados por Arabia Saudí
Estados Unidos reconoció que el Ejército de Gadafi contaba con 30.000 misiles tierra-aire, conocidos como MANPADS (Sistemas Portátiles de Defensa Aérea), de los que una gran parte habría ido a parar a los grupos yihadistas. Pero no solo eso. Francia y Qatar suministraron en los meses previos a la caída del régimen libio miles de armas al Consejo Nacional de Transición (CNT), formado por los grupos anti Gadafi. Parte de esas armas han sido vendidas por los grupos tribales libios a los yihadistas.
Los citados medios de inteligencia magrebíes señalan que también estaría llegando a Libia armamento procedente de Oriente Medio y de la guerra de Yemen en barcos mercantes fletados por Arabia Saudí. Riad apoya al grupo Al-Qaeda en Yemen. En la actualidad los islamistas controlan más de 300 kilómetros de costa libia en la que se puede desembarcar estos cargamentos de forma clandestina y en plena noche.