El presidente Obama ha solicitado al Pentágono que prepare una intervención relámpago en Libia para neutralizar la expansión del Estado Islámico en este país norteafricano, según “The New York Times”. El Departamento de Defensa ha confirmado que ha desplegado en Libia fuerzas especiales para evaluar sobre el terreno la situación del país e intentar establecer contacto con dirigentes locales que permitan establecer alianzas antiyihadistas. El anuncio coincide con la actividad de un misterio francotirador que ha abatido en diez días a tres dirigentes del Estado Islámico en la ciudad de Sirte.
La negativa de una parte de los aliados europeos, encabezados por Alemania, a una invasión terrestre de Libia por parte de la OTAN que supondría abrir un tercer frente de guerra junto a Siria e Irak de inciertos resultados, ha obligado al presidente Obama a ordenar al Pentágono que prepare una operación relámpago para frenar la expansión del Estado Islámico en el país norteafricano, según publica “The New York Times”.
El diario neoyorkino informa que el Estado Islámico o Daesh ha aprovechado el caos reinante en Libia tras la caída del régimen del coronel Gadafi en 2011para extenderse por el país y hacer de la ciudad de Sirte su principal bastión.
Tras el anuncio de la Casa Blanca que pone en marcha la maquinaria militar para actuar unilateralmente en Libia, el secretario de Defensa, Ashton Carter, señaló que el Estado Islámico ha establecido campamentos en el país, como ya lo hizo en Irak y Siria, para entrenar combatientes extranjeros con objeto de extender la yihad en el continente africano.
El Pentágono ya ha desplegado sobre el terreno una avanzadilla militar para tener una idea clara de lo que está pasando en Libia
“No queremos que se repita en Libia la misma situación de Siria e Irak. Esa es la razón por la que estamos desarrollando opciones de lo que podríamos hacer en el futuro”, subrayó el responsable de Defensa.
Sin embargo, el portavoz del Pentágono, Peter Cook, fue más explícito y desveló que ya se había desplegado como avanzadilla “un pequeño número de militares para establecer contacto con fuerzas locales y obtener una imagen más clara de lo que está pasando allí”. Con seguridad se refería a fuerzas de operaciones especiales habituadas a operar en escenarios hostiles.
Cook dijo textualmente “estamos pensando en opciones militares”, al ser preguntado en rueda de prensa sobre los planes del Pentágono. La inteligencia norteamericana estima que el Estado Islámico ha logrado reunir en Libia a 3.000 combatientes.
Misterioso francotirador
La intervención relámpago que prepara Estados Unidos tiene un curioso prólogo protagonizado por un misterioso francotirador que en diez días ha abatido a tres dirigentes del Estado Islámico en la ciudad libia de Sirte.
El primer dirigente asesinado fue el sudanés Hamad Abdel Hady, alias Abu Anas al Nuhajer, abatido el 13 de enero al llegar a un centro médico situado frente a un parque en Sirte, según publicó el diario “LibyaProspect”.
El segundo, Abdullah Hamad Al-Ansari, un alto mando de Estado Islámico, fue abatido al salir de una mezquita en el centro de la citada ciudad. Y el tercero, Abu Mohamed al Dernawi, muerto el 19 de enero en la ciudad de Hawara, a 70 kilómetros de Sirte.
Las sucesivas muertes han desatado el pánico entre los yihadistas libios que tratan por todos los medios de capturar al francotirador, aunque no se descarta que los tres dirigentes hayan sido abatidos por distintos tiradores de precisión.
Escuela de guerra en el Sahel
Por otra parte, Los países del G-5 (Sahel, Mauritania, Malí, Chad, Níger y Burkina Faso) han acordado esta semana la creación de una Escuela de Guerra en Nuackchott, capital de Mauritania, para combatir al Estado Islámico en el Sahel.
La nueva escuela formará cuadros de mando de los ejércitos y fuerzas antiterroristas de los países del G-5 y será financiada por los Emiratos Árabes Unidos. A la reunión asistieron representantes de Estados Unidos, Francia, Alemania y España.