Si se llegase a la ruptura total de las negociaciones y Grecia abandonase el euro, la permanencia del país heleno en la OTAN y los acuerdos militares con Estados Unidos serían intocables dada su privilegiada posición estratégica como puerta de Oriente Medio, según fuentes diplomáticas consultadas por Mil21.
Mientras que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, asegura “no creo que nos quieran echar de la eurozona, el coste de la salida de un país europeo sería enorme”, gana tiempo para que Washington presione a la Unión Europea, a través de Alemania, Reino Unido y Francia, a fin de que flexibilicen las condiciones financieras y Grecia se mantenga dentro del euro.
Por estas razones el líder de Syriza ha urdido una treta que consiste en la organización del referéndum del domingo para que el pueblo heleno decida si acepta o no las condiciones de Bruselas. Si resulta vencedor el “no”, Tsipras podrá negociar con más fuerza al contar con el respaldo popular.
En el caso de que gane el “si” a la negociación, ha anunciado que presentará la dimisión y se formará un Gobierno de concentración nacional o se procederá a convocar nuevas elecciones.
La salida de la eurozona obligaría a Grecia a una restructuración de su economía y de sus finanzas, con la inevitable consecuencia de un periodo de tensiones internas. Grecia se encontraría en la periferia europea con un nuevo marco de alianzas.
La retirada de los capitales europeos sería compensada por la afluencia de inversiones rusas, tal y como le prometió Putin a Tsipras en la reunión que ambos mantuvieron hace tres semanas en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. Asimismo, se producirían inversiones del resto de países BRICS, fundamentalmente de China.
Sin embargo, para el Gobierno de Tsipras es incuestionable la pertenencia de Grecia a la OTAN, pues es el “escudo” ante cualquier desavenencia o reivindicación territorial de su vecino turco, igualmente miembro de la Alianza Atlántica.
Asimismo, Grecia, directamente y por intermedio de la parte chipriota bajo su control, ha puesto a disposición de la OTAN bases navales y centros de escucha electrónica.
Para la OTAN y Estados Unidos, Grecia es la puerta de Oriente Próximo, un lugar cómodo para vigilar el polvorín árabe. Si bien es verdad que Turquía posee bases de la Alianza y es un territorio de enorme valor estratégico para el estacionamiento de los ejércitos aliados, Grecia posee una estabilidad de la que no goza su vecino turco con el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo en el poder.
La tormenta que ha desencadenado la crisis económica y financiera del país heleno, no van a influir en el papel que Grecia desempeña en la OTAN, subrayan las fuentes consultadas.
Es muy significativo que el presidente Barack Obama haya hablado por teléfono con el presidente francés François Hollande, y con la Canciller alemana Angela Merkel para que ejerzan su influencia y los acreedores internacionales no rompan la negociación con Grecia.
Obama quiere evitar a toda costa que una eventual salida griega del euro se convirtiese en una victoria sin paliativos de Putin. Se produciría Una brecha de consecuencias imprevisibles para la viabilidad de la Unión Europea que sería aprovechada por el líder ruso.
Tsipras está demostrando conocer los intereses en juego de americanos y rusos. Con la habilidad de un consumado jugador ha lanzado el órdago del referéndum en la confianza de ganarlo ante un país galvanizado contra los acreedores.