La victoria de Andradas da al PSOE el control de la Complutense

Las elecciones para elegir nuevo rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) entre dos candidatos de izquierda, zanjadas en segunda vuelta con la victoria del catedrático Carlos Andradas (60%) frente al hasta ahora responsable de la mayor universidad pública española, José Carrillo (39,6%), se han caracterizado por reflejar el enfrentamiento partidista que domina la vida nacional.

Andradas es calificado como el candidato “grato” al PSOE, mientras que de Carrillo se he destacado su permisividad hacia Podemos, agrupación nacida ideológicamente en este campus madrileño.

Los dos candidatos de izquierda desbancaron en la primera vuelta celebrada el 5 de mayo a los otros tres aspirantes: los catedráticos Rafael Calduch, militante de UPyD, Dámaso López, considerado de centro izquierda, y Federico Morán, cercano al PP y hasta fecha reciente secretario de Estado de Universidades.

En las tres anteriores elecciones, (2003, 2007 y 2011), los candidatos de izquierdas ganaron en segunda vuelta a contrincantes conservadores, en una proporción media del 58 a 42%. En la primera vuelta de los actuales comicios, los dos candidatos finalmente enfrentados triplicaron con un 64% de los votos al 22,4% obtenido por el profesor Morán.

Los dos candidatos finales han defendido programas parecidos en lo que al ámbito académico respecta y han cruzado acusaciones sobre la deuda de 151 millones de euros que arrastraba la UCM de la época de Berzosa, el rector anterior a Carrillo, y cómo hacer frente a la misma.

Andradas ha sido votado mayoritariamente por profesores y alumnos, y Carrillo por personal administrativo y de servicios (PAS) que consideran al nuevo rector “elitista” y contrario a sus intereses. Carrillo ha contratado en su mandato unos 600 PAS más y reducido los profesores en unos160.

El personal PAS ha coincidido en sus opiniones sobre la deuda con los representantes económicos designados por la Comunidad de Madrid en la UCM, que calificaron de positiva la gestión de Carrillo para eliminar parte de la misma. No obstante, no está aún claro si lo que resta por pagar son, como aseguran otros candidatos, 76 millones de euros, o los 30 de que habla Carrillo.

En cualquier caso, una parte sustancial de los profesionales de la UCM cuestionan la auténtica representatividad de ambos candidatos. A pesar de la intensa movilización de afines en estas elecciones, solo han votado un 16,82% (14.562 personas) del potencial electorado (86.588).

Tan exigua movilización -menos de 2 de cada 10 personas implicadas en el que hacer universitario del mayor campus español-, mueve a la reflexión de que el primer paso para una regeneración efectiva de la UCM sería su despolitización.