Estados Unidos e Irán se enfrentaron en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre las negociaciones del acuerdo nuclear, con Washington dispuesto a dialogar bajo la condición de un "enriquecimiento cero". Teherán rechazó esta exigencia, argumentando que va en contra de sus derechos como miembro del Tratado de No Proliferación Nuclear. La enviada especial de EE.UU., Morgan Ortagus, instó a Irán a aceptar una diplomacia significativa, mientras que el representante iraní, Amir Saeid Iravani, acusó a EE.UU. de no buscar una negociación justa. Las conversaciones para revivir el acuerdo nuclear JCPOA están estancadas desde 2018 tras la retirada unilateral de EE.UU. y los recientes ataques coordinados contra instalaciones nucleares iraníes han aumentado las tensiones.
Estados Unidos e Irán protagonizaron un tenso intercambio de acusaciones este martes en el Consejo de Seguridad de la ONU, centrándose en las condiciones necesarias para reactivar las negociaciones sobre el acuerdo nuclear. Mientras Washington se mostró dispuesto a entablar diálogos directos, Teherán rechazó los términos propuestos, según informaron Reuters y ABC News.
La enviada especial adjunta de EE.UU. para Oriente Medio y ministra consejera ante la ONU, Morgan Ortagus, dejó clara la postura estadounidense: “Estados Unidos sigue dispuesto a mantener conversaciones formales con Irán, pero solo si Teherán está preparado para un diálogo directo y significativo”.
Ortagus agregó que han sido claros respecto a ciertas expectativas para cualquier acuerdo. “En primer lugar, no puede haber enriquecimiento dentro de Irán, y ese sigue siendo nuestro principio”, afirmó. La funcionaria también recordó que la Administración Trump había extendido una mano diplomática hacia Teherán, pero que este último ha optado por “meter la mano en el fuego” en lugar de aceptar dicha oferta. “Aléjese del fuego, señor, y acepte la mano de la diplomacia del presidente Trump”, instó.
Por su parte, el representante permanente de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, descalificó las condiciones impuestas por EE.UU., acusando a Washington de no estar interesado en una negociación justa. “Apreciamos cualquier negociación justa y significativa, pero insistir en una política de enriquecimiento cero es contrario a nuestros derechos como miembro del TNP [Tratado de No Proliferación Nuclear] y significa que no están buscando una negociación justa”, declaró Iravani. Además, subrayó que “Irán no cederá ante ninguna presión ni intimidación”.
Este cruce de acusaciones evidencia una brecha insalvable: la demanda estadounidense de ‘enriquecimiento cero’ se enfrenta a la defensa iraní de sus derechos soberanos.
Las negociaciones para revivir el acuerdo nuclear JCPOA han estado estancadas desde junio pasado, tras la retirada unilateral de Washington en 2018. Este estancamiento se agravó cuando EE.UU. e Israel lanzaron ataques coordinados contra las instalaciones nucleares en Fordo, Natanz e Isfahán, considerados como “golpes preventivos”. A pesar de ello, Irán ha reiterado su compromiso con el carácter pacífico de su programa nuclear y ha anunciado que no detendrá el enriquecimiento de uranio. La advertencia de posibles nuevos ataques por parte de Washington si Irán reactiva sus sitios nucleares añade otra capa más a esta creciente tensión.