Estados Unidos ha amenazado con suspender el intercambio de inteligencia con el Reino Unido tras la anulación de un caso de espionaje que involucraba a dos británicos acusados de colaborar con China. La Casa Blanca advirtió al primer ministro Keir Starmer sobre las posibles repercusiones en las relaciones entre ambos países. Un funcionario estadounidense destacó la necesidad de ser cautelosos al compartir información con gobiernos que puedan estar bajo influencia adversa, especialmente en contextos donde los adversarios actúan con impunidad. Esta situación pone de relieve las tensiones existentes en torno a la seguridad nacional y la amenaza china. Para más detalles, visita el enlace.
La reciente anulación de un caso que involucraba a dos ciudadanos británicos acusados de espionaje en favor de China ha generado tensiones significativas entre Londres y Washington. La Casa Blanca ha advertido al primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, sobre las posibles repercusiones, incluyendo la suspensión del intercambio de inteligencia entre ambas naciones, según informa The Sunday Times.
Un alto funcionario estadounidense expresó al medio que su Gobierno actúa con "extrema cautela" al compartir información con gobiernos extranjeros que podrían estar bajo coacción o influencia adversa. "Somos especialmente cuidadosos en jurisdicciones donde nuestros adversarios pueden actuar con impunidad", subrayó. Además, destacó que EE.UU. ha estado alertando a sus aliados sobre la amenaza que representa China para la seguridad nacional conjunta desde el primer mandato presidencial de Donald Trump.
Los británicos Christopher Cash y Christopher Berry fueron arrestados en marzo de 2023, enfrentando acusaciones por recopilar información considerada "útil para un enemigo". En 2024, se les procesó bajo la Ley de Secretos Oficiales por supuesta colaboración con la inteligencia china entre 2021 y 2023. Ambos han rechazado las acusaciones, mientras que Pekín calificó el caso como "calumnias totalmente fabricadas y maliciosas".
A pesar de que inicialmente la Fiscalía afirmaba contar con pruebas suficientes, el mes pasado los cargos fueron retirados repentinamente. Según Stephen Parkinson, director de la Fiscalía Pública, el caso no pudo avanzar debido a que ya no cumplía con el umbral probatorio necesario. La ausencia de testimonios que calificaran a China como una amenaza a la seguridad nacional en el momento del supuesto delito resultó en la anulación del caso.