Un equipo de investigadores ha descubierto un meteorito con una propiedad térmica inusual, procedente de Steinbach, Alemania, caído en 1724. Este fragmento de tridimita meteórica presenta una conductividad térmica que se mantiene constante al aumentar la temperatura, un fenómeno que desafía las leyes físicas conocidas para los sólidos terrestres. El estudio, publicado en PNAS, revela que el calor en este material no se comporta como en cristales ni en vidrios, sino que combina ambos mecanismos. Este hallazgo podría tener importantes implicaciones en la comprensión de la física de materiales. Para más detalles, visita el enlace a la noticia.
Un equipo de investigadores ha realizado un descubrimiento notable en el ámbito de la física y la meteorítica. Este hallazgo se centra en un fragmento de tridimita meteórica, proveniente de un meteorito que cayó en Steinbach, Alemania, en el año 1724.
Lo sorprendente de este estudio es que la conductividad térmica del material se mantuvo constante a medida que aumentaba la temperatura, una característica que contrasta con el comportamiento observado en los sólidos terrestres conocidos.
La investigación, publicada en la revista PNAS, indica que el calor en esta muestra no se comporta ni como en los cristales ni como en los vidrios, sino que presenta un comportamiento intermedio. Los experimentos realizados revelaron que coexisten dos mecanismos para la transmisión del calor: uno ordenado, similar a ondas, y otro desordenado. Esta interacción permite que la conductividad térmica permanezca estable incluso ante incrementos de temperatura.
El fragmento analizado fue extraído del meteorito registrado en Steinbach en 1724. Los científicos seleccionaron una porción de tridimita para someterla a cálculos teóricos y pruebas experimentales en laboratorio.
Dicha investigación fue posible gracias a una colaboración internacional que integró conocimientos de física de primer principio, técnicas de machine learning aplicadas a materiales y métodos innovadores como los experimentos de termorreflectancia.
En términos generales, en los sólidos comunes, la conductividad térmica varía con la temperatura. En cristales, generalmente disminuye, mientras que en vidrios tiende a aumentar. Sin embargo, en esta peculiar tridimita extraterrestre, estos efectos se anulan, resultando en una propiedad «invariante».
A lo largo de las pruebas realizadas, se evaluaron temperaturas desde condiciones criogénicas hasta varios cientos de kelvin. A través de todo este rango térmico, la capacidad del material para conducir calor se mantuvo prácticamente inalterada.
Dicho descubrimiento no solo desafía conceptos establecidos sobre las propiedades térmicas de los materiales, sino que también abre nuevas líneas de investigación sobre las características únicas de los meteoritos y su aplicación potencial en diversas áreas científicas.