La ONU ha emitido una alerta sobre las transiciones de género en niños, destacando el daño irreversible que estas prácticas pueden causar. En un informe de junio de 2025, la relatora especial sobre la violencia contra las mujeres, Reem Alsalem, expone cómo la eliminación legal del sexo biológico contribuye a la explotación infantil. El informe critica los procedimientos médicos experimentales como violaciones a los derechos de los niños y señala el creciente rechazo global hacia bloqueadores de pubertad y hormonas cruzadas para menores. Países como Suecia y Finlandia han comenzado a restringir estas prácticas, reconociendo los riesgos asociados, como la infertilidad y el sufrimiento psicológico. La ONU advierte que proteger a los niños implica rechazar ideologías que comprometen su seguridad y bienestar.
La Organización de las Naciones Unidas ha comenzado a reconocer los daños irreversibles que conlleva la ideología de género, especialmente en lo que respecta a la medicalización y sexualización de la identidad de género en los menores. En un informe revolucionario publicado en junio de 2025, la relatora especial sobre la violencia contra las mujeres, Reem Alsalem, expone cómo la eliminación legal del sexo biológico actúa como un catalizador para la explotación, particularmente en el contexto de las «transiciones de género» infantiles. Este informe critica estas prácticas experimentales como violaciones a los derechos de los niños a la seguridad, salud y autonomía corporal, alineándose con un creciente rechazo global hacia el uso de bloqueadores de pubertad, hormonas cruzadas y cirugías irreversibles en menores.
Sin embargo, las implicaciones van más allá. No se trata únicamente de una cuestión médica distorsionada; es una lucha por el poder y la protección contra la explotación sexual infantil. Al desmantelar la definición legal de «mujer», se eliminan las protecciones basadas en el sexo, dejando a las niñas vulnerables al abuso en prisiones, deportes y refugios. Mientras tanto, países como Suecia, Finlandia y Estados Unidos están acelerando esfuerzos para limitar estas prácticas a medida que aumenta la evidencia sobre el sufrimiento psicológico, infertilidad y disfunción sexual entre los menores que han transitado.
El mensaje del informe es claro: proteger a los niños implica rechazar la captura ideológica y el abuso subsiguiente de personas vulnerables. Entre los puntos destacados se encuentran:
El informe no escatima palabras: «Permitir que los niños accedan a procedimientos [de transición] viola su derecho a la seguridad, protección y los más altos estándares de salud». Giorgio Mazzoli de ADF International elogia a la ONU por reconocer cómo «la erosión de la claridad legal sobre el sexo tiene implicaciones devastadoras para la dignidad y seguridad de mujeres y niñas».
Los países están tomando conciencia. La ley en Tennessee que bloquea las transiciones infantiles sobrevivió a un desafío ante la Corte Suprema (USA v. Skrmetti), mientras que naciones europeas como Dinamarca y Noruega han revertido su postura prohibiendo bloqueadores de pubertad para menores. Sin embargo, algunos activistas continúan promoviendo ideologías por encima de evidencias concretas; incluso detransicionadores como Keira Bell advierten sobre traumas permanentes.
Los hallazgos del informe reflejan una crisis global. En Gaza, fuerzas israelíes han atacado sistemáticamente a mujeres y niñas; según UN Women, 28,000 han sido asesinadas hasta mayo de 2025. Las mujeres afganas enfrentan un «apartheid» impuesto por los talibanes que les niega acceso a educación y atención médica. Simultáneamente, naciones occidentales sacrifican la seguridad femenina en nombre de la inclusividad:
El informe califica esto como «inclusión coercitiva», donde se espera que las mujeres sacrifiquen su reconocimiento por el bienestar ajeno.
Aunque la postura de la ONU representa un momento crucial en esta discusión, aún queda camino por recorrer. Leyes que criminalizan el «misgendering» silencian voces disidentes y grandes empresas tecnológicas censuran aquellos que alertan sobre los peligros asociados con mutilar anatómicamente a niños o confundirlos acerca de su género asignado al nacer. Sin embargo, ejemplos como Hungría y Eslovaquia demuestran que es posible resistir. La pregunta ahora es: ¿Escucharán los gobiernos o insistirán en mantener sus ideologías? El futuro de mujeres y niños está en juego.
Cifra | Descripción |
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28,000 | Número de mujeres y niñas asesinadas en Gaza hasta mayo de 2025, según UN Women. |
267% | Aumento en el número de «violaciones perpetradas por mujeres» en Canadá, atribuido a políticas de género que incluyen a hombres biológicos. |