A partir de junio de 2025, los estudiantes que deseen acceder a la universidad se enfrentarán a un nuevo modelo de Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), diseñado para alinearse con la nueva Ley de Educación (LOMLOE) y los currículos actualizados de Bachillerato. Este cambio, aprobado por el Consejo de Ministros, introduce criterios de corrección comunes en todas las comunidades autónomas y un enfoque en la evaluación de competencias, priorizando preguntas abiertas y situaciones realistas. La estructura general y las fases del examen se mantendrán similares a la antigua EBAU, garantizando igualdad de oportunidades para todos los estudiantes. Para más información sobre las novedades y detalles del nuevo examen, visita el enlace.
Los estudiantes que deseen acceder a la educación superior se enfrentarán, a partir de junio de 2025, a un nuevo modelo de Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Esta modificación responde a la implementación de la nueva Ley de Educación (LOMLOE) y a los recientes currículos del Bachillerato. La aprobación definitiva de esta nueva PAU, anteriormente conocida como EBAU o Selectividad, fue realizada por el Consejo de Ministros el 11 de junio de 2024.
Entre las principales innovaciones del examen se encuentra la introducción de criterios de corrección mínimos comunes para todas las comunidades autónomas, así como una evaluación más centrada en las competencias del alumnado. La normativa establece las características básicas de los ejercicios que componen la prueba y regula parámetros comunes para su evaluación. Las comunidades autónomas tendrán la responsabilidad de definir características, contenidos y criterios específicos para cada prueba.
Además, todos los ejercicios incluirán información sobre los criterios de corrección y calificación previamente aprobados. Estos criterios evaluarán aspectos como:
Con la implementación de estos criterios básicos se busca garantizar la homogeneidad del examen y asegurar igualdad de oportunidades para todos los estudiantes en el país. Las comisiones organizadoras en cada comunidad serán responsables de aplicar estos criterios específicos y desarrollar procedimientos uniformes para la revisión.
Los nuevos ejercicios estarán diseñados para evaluar las competencias del alumnado, priorizando habilidades sobre la mera memorización. Se espera que los estudiantes demuestren creatividad, pensamiento crítico y reflexión.
La normativa estipula que al menos el 70% de la puntuación posible en cada examen provendrá de preguntas abiertas o semiconstruidas, lo cual representa un cambio significativo respecto al modelo anterior. Cada prueba contará con una única propuesta; no obstante, se permitirá elegir entre varias preguntas en ciertos apartados.
Las preguntas abordarán situaciones realistas y estarán contextualizadas en ámbitos artísticos, científicos, humanísticos y tecnológicos.
A pesar de las modificaciones, la nueva PAU conservará la estructura general por fases del antiguo sistema EBAU y sus principales características. En la fase obligatoria, los estudiantes deberán realizar cuatro exámenes sobre:
En cuanto a la fase voluntaria, destinada a aquellos que busquen mejorar su nota media para acceder a universidades específicas, se permitirá examinarse hasta tres materias adicionales distintas a las elegidas en la fase obligatoria. También se podrá optar por una segunda lengua extranjera diferente a aquella ya seleccionada.
Todas las pruebas estarán diseñadas para ser respondidas en un tiempo máximo de 90 minutos, con descansos intermedios obligatorios. La calificación final será calculada ponderando un 60% la nota media obtenida durante 1º y 2º de Bachillerato (sin incluir Religión) y un 40% correspondiente a la PAU. Para acceder a una universidad será necesario obtener una nota igual o superior a cinco puntos.
La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) es un examen que los estudiantes deben realizar para acceder a la educación superior. A partir de junio de 2025, se implementará un nuevo modelo ajustado a la Ley de Educación (LOMLOE).
Las principales novedades incluyen criterios de corrección mínimos comunes para todas las comunidades autónomas y una evaluación más centrada en las competencias del alumnado.
Los ejercicios estarán diseñados para evaluar competencias en lugar de solo capacidad memorística, con al menos el 70% de la puntuación basada en preguntas abiertas o semiconstruidas.
La nueva PAU mantendrá la estructura general en fases y las características principales de los exámenes y el cálculo de la nota.
La calificación se calcula ponderando un 60% la nota media obtenida en 1º y 2º de Bachillerato y un 40% la calificación obtenida en la PAU.