El Comité Económico y Social Europeo (CESE) exige acciones urgentes a la Comisión Europea y a los Estados miembros de la UE para eliminar las barreras que fragmentan el mercado único y mantienen altos los costos de vida, a pesar de la disminución de la inflación. A pesar de que la inflación en Europa está en descenso, millones de europeos, especialmente 94.6 millones en riesgo de pobreza o exclusión social, siguen enfrentando precios elevados. El CESE ha identificado la fragmentación del mercado único como un factor clave que contribuye a estos altos costos y ha solicitado medidas rápidas para fortalecer la competencia, reducir precios e impulsar inversiones. Entre las recomendaciones se incluyen la eliminación de restricciones territoriales, una mayor movilidad laboral y digitalización, así como una mejor integración de infraestructuras en los sectores energético y de telecomunicaciones. Esta opinión forma parte de una iniciativa más amplia del CESE para abordar la crisis del costo de vida en diversas áreas políticas.
El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha exigido acciones urgentes a la Comisión Europea y a los Estados miembros de la UE para desmantelar las barreras que fragmentan el mercado único y mantienen altos los costos de vida, a pesar de la disminución de las tasas de inflación.
Aunque la inflación en Europa ha ido disminuyendo, el costo de vida sigue siendo una preocupación significativa. Millones de europeos, especialmente los 94.6 millones que están en riesgo de pobreza o exclusión social, continúan enfrentándose a precios elevados.
En su opinión titulada Cómo las disfunciones del mercado único contribuyen al aumento del costo de vida, adoptada durante su sesión plenaria el 29 de abril, el CESE identificó la fragmentación del mercado único como un factor clave detrás de los costos persistentemente altos. El organismo instó a implementar medidas rápidas para fortalecer la competencia, reducir precios y fomentar la inversión.
“El costo de vida en Europa se ve alimentado por disfunciones en el mercado único. Pedimos acciones urgentes para abordar las barreras que afectan los precios de los productos, como las restricciones territoriales de suministro, y acelerar los procedimientos contra normas nacionales que infrinjan la legislación europea”, afirmó Emilie Prouzet, ponente del informe.
Más allá de las restricciones territoriales de suministro (TSC), el CESE señaló el geo-bloqueo y las divergencias en las normas nacionales como dos de los principales responsables de la disfunción y fragmentación que aquejan al mercado único. A pesar de los esfuerzos realizados por la Comisión Europea para prohibir el geo-bloqueo y abordar las TSC, estas prácticas siguen generando disparidades en precios y disponibilidad de productos entre los Estados miembros.
La fragmentación no solo incrementa los costos para empresas y consumidores, sino que también limita la variedad de productos disponibles. La falta de armonización en sectores como mercados financieros, telecomunicaciones, energía y farmacéuticos agrava aún más esta situación.
El CESE destacó que, aunque el mercado único aumenta el PIB de la UE entre un 6% y un 8%, la fragmentación le cuesta a la economía hasta 500 mil millones de euros cada año. Esta cifra podría ser liberada si se completara el mercado único, desglosándose en 228 mil millones para bienes y 279 mil millones para servicios.
Según estimaciones del FMI, las barreras no arancelarias dentro de la UE equivalen a derechos aduaneros del 44% para bienes y del 110% para servicios. Nuevas barreras siguen surgiendo, aumentando aún más los costos tanto para empresas como para consumidores.
Para abordar estos problemas, el CESE ha propuesto lo siguiente:
Dicha opinión forma parte de una iniciativa más amplia del CESE destinada a enfrentar la crisis del costo de vida en siete áreas políticas, proporcionando recomendaciones específicas a responsables políticos europeos y nacionales, así como a organizaciones civiles y partes interesadas.
El CESE exige acciones urgentes para desmantelar las barreras que fragmentan el mercado único y mantienen altos los costos de vida, a pesar de la disminución de las tasas de inflación.
A pesar de la disminución constante de la inflación en Europa, el costo de vida sigue siendo una preocupación, especialmente para los 94.6 millones de europeos en riesgo de pobreza o exclusión social, quienes continúan enfrentando precios elevados.
El CESE identifica la fragmentación del mercado único como un factor principal que impulsa los costos elevados, citando restricciones territoriales de suministro y el geo-bloqueo como culpables clave.
A pesar de que el mercado único aumenta el PIB de la UE entre un 6% y un 8%, se estima que esta fragmentación cuesta hasta 500 mil millones de euros anuales a la economía, lo cual podría ser desbloqueado si se completara el mercado único.