El Deutsche Bank, mayor banco de Alemania y uno de los más grandes del mundo, sigue su caída en picado tras anunciar pérdidas récord de 6.000 millones de euros solo en el tercer trimestre del año, el despido de 35.000 empleados hasta 2018 y el cierre de sus oficinas en 10 países. El desplome del gigante financiero coloca en una situación comprometida a la economía europea, según los analistas.El pasado 26 de septiembre, bajo el título El Deutsche Bank se acerca a una quiebra
como la de Lehman Brothers, MIL21 alertaba de la crítica situación en la que se encontraba el gigante financiero alemán con información recogida en fuentes económicas solventes.
Los alarmantes datos anunciados este jueves (29 de octubre) en Fráncfort por el co-consejero del gigante financiero alemán, John Cryan, han provocado nerviosismo en la banca ante el hecho de que escenario de
quiebra del Deutsche Bank desate una nueva crisis económica como vienen anunciando los principales gurús de la economía mundial.
Nerviosismo en la banca mundial ante la posibilidad de que la crítica situación del Deutsche desate una nueva crisis económica
Cryan, que desempeña el puesto desde el pasado mes de julio, calificó los datos de “resultado absolutamente decepcionante”. El banco se ha visto envuelto en escándalos que van desde la manipulación de los índices hipotecarios hasta el blanqueo de dinero. La entidad ha tenido que desembolsar en los últimos años 9.000 millones de euros en concepto de multas.
Pérdidas récords en el último trimestre
El Deutsche registró unas pérdidas de 6.024 millones de euros solo en el tercer trimestre del año, frente a 94 millones en el mismo periodo de 2014. Las pérdidas se deben a la exposición del banco a inversiones especulativas en todo el mundo que alcanzan los 67 billones de euros, 20 veces el PIB de Alemania de un año (3,6 billones de euros).
Otro dato preocupante es el descenso de la cifra de negocio de la entidad alemana de un 6,8% entre julio y septiembre respecto al mismo periodo del año anterior.
Para frenar la sangría de liquidez Cryan desveló que reducirán los clientes de “alto riesgo”, en alusión a las inversiones cuyo valor real no se corresponde con el que figura en los apuntes del banco. Apenas 30 clientes producen el 80 por ciento de los ingresos en ese área.
Despidos masivos
John Cryan ha anunciado el despido de 35.000 empleados hasta 2018. De forma inmediata 9.000 puestos de trabajo de su red general -la mitad afectarán a Alemania- y otros 6.000 puestos, correspondientes al 20% de los contratistas externos en las áreas de tecnología global y operaciones.
Tras esta primera fase de 15.000 puestos de trabajo amortizados, en una segunda fase que concluirá en 2018 serán despedidos otros 20.000 empleados hasta totalizar los 35.000. En esa fecha el número de trabajadores del Deutsche Bank se situará en torno a 77.000. En los últimos años ya se ha prescindido de 23.000 empleados.
La reducción de personal supondrá unos costes extra de 3.500 millones de euros en concepto de indemnizaciones. Asimismo, la entidad financiera se propone vender activos por unos 4.000 millones de euros.
El DB abandona cinco países latinoamericanos, cuatro europeos y reduce oficinas en todo el mundo
Respecto a su red mundial, el Deutsche dejará de operar en cinco países latinoamericanos (Argentina, Chile, México, Perú, Uruguay), cuatro europeos (Dinamarca, Finlandia, Noruega y Malta) y Nueva Zelanda. Además, transferirá su negocio de “trading” en Brasil a otros centros regionales.
Reducciones en Europa OccidentalTambién reducirá oficinas en Alemania (unas 200) y en Europa Occidental, aunque la entidad no ha hecho público el desglose de oficinas que se cerrarán en cada país.
John Cryan señaló que la entidad no pagará dividendos a los accionistas ni este año ni en 2016, una decisión que no se había tomado desde los años cincuenta del siglo pasado.
Tras el anuncio de estas cifras catastróficas las acciones del Deutsche caían un 6,9% en la Bolsa de Fráncfort. Los analistas señalan que en la actualidad las acciones del banco alemán son las peor valoradas por los inversores globales.