Alexis Tsipras se ha comprometido a privatizar las infraestructuras más valiosas de Grecia y aplicar draconianas medidas de austeridad a cambio del tercer rescate de las instituciones europeas que entregarán a Atenas el próximo jueves (20 de agosto) parte de los primeros 26.000 millones de euros de un total de 86.000 millones hasta 2018.
El país heleno no abandonará el euro debido a las presiones de Estados Unidos a sus socios del Eurogrupo para evitar que Atenas se convirtiese en el primer país en abandonar la UE y dar en bandeja a Putin una estratégica victoria si Grecia caía bajo la influencia de Rusia.
En este contexto, el líder de la coalición de izquierda radical Syriza se ha visto obligado a renunciar a las promesas del programa electoral que le llevó al poder, lo que ha provocado la ruptura de la formación tras la aprobación por el Parlamento heleno el viernes 14 de agosto del tercer rescate.
Los acuerdos que han hecho posible el rescate incluyen un Plan de Privatizaciones impuesto por Alemania. Para ello se creará el “Fondo de Activos Estatales”, un organismo con sede en Atenas y supervisado por la Comisión, que prevé generar 50.000 millones de euros en 30 años (hasta el año 2045).
El Plan de Privatizaciones es una imposición de Alemania y prevé recaudar 50.000 millones hasta 2030
El nuevo rescate, el tercero en cinco años, supone en la práctica que el Estado se desprenda de los principales activos e infraestructuras del país como ayuda al pago de la deuda de 300.000 millones de euros (casi el 200% del PIB) y sus intereses. Un pago al que también contribuirán las reformas emprendidas.
Las privatizaciones representan todo lo contrario de lo que el Gobierno Tsipras anunció al llegar al poder el pasado mes de enero: que no llevaría a cabo una política de venta de activos que desmantelasen el Estado. Al final de la información se detallan el paquete de medidas y privatizaciones impuestas por Bruselas.
El tercer rescate llegará en forma de préstamos a bajo interés del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). El FMI no se ha sumado al mismo tras poner como condición que debía hacerse una quita de la impagable deuda griega, a lo que se opuso Alemania, según indicaron fuentes diplomáticas a MIL21.
Como medida de consenso la Comisión Europea, el BCE y el FMI han convenido dejar en suspenso la reestructuración de la deuda hasta ver en octubre el grado de cumplimiento del Acuerdo por parte del Gobierno heleno.
Alemania se ha opuesto a una quita de la deuda griega, que ha quedado pospuesta hasta ver si Atenas cumple lo pactado
El Acuerdo o Memorando de Entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés), un documento de 29 páginas, fue aprobado por el Parlamento griego con el voto favorable de 222 diputados, 64 votaron “no”, incluidos 32 de Syriza, y 11 se abstuvieron.
Uno de los puntos más duros del Acuerdo es que cualquier iniciativa que quieran tomar los bancos griegos salvados de la quiebra debe ser aprobada por la Comisión Europea, el BCE y el FMI.
Según las citadas fuentes, Grecia será controlada estrechamente por la “troika”, una institución que el primer ministro griego Tsipras se había comprometido a abolir.
Los bancos griegos no podrán tomar decisión alguna sin antes consultar a la Troika
En un primer momento los bancos griegos recibirán 10.000 millones de euros de un total de 25.000 millones, cantidad destinada a recapitalizar en tres años el sector bancario. En otoño las entidades griegas se enfrentarán a una rigurosa auditoría de sus balances, denominada “prueba de tensión”.
A pesar de imponer a Grecia estas draconianas medidas, el Gobierno alemán considera que no son aún lo suficientemente duras. El Bundestag votará el tercer rescate este miércoles.
El acuerdo, que ata de pies y manos a Tsipras, contempla que este año el déficit de Grecia sea del 0,25% del PIB, y a partir de 2016 su economía crezca el 0,5%, en 2017 el 1,75% y en 2018 el 3,5%.
La agencia de noticias AFP, citando fuentes comunitarias, echaba un jarro de agua fría a estas previsiones optimistas al asegurar que este año, lejos de crecer, la economía griega se contraerá el 2,3% y en 2016 el 1,3.
Principales medidas exigidas por Bruselas
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Reforma de las pensiones (jubilación a los 76 años o 40 de trabajo).
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Reforma del sistema de bienestar.
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Nuevos tipos de IVA (23% restaurantes, servicios médicos y transporte
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13% energía y agua. 6% medicinas).
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Lucha eficaz contra la evasión fiscal.
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Impuesto de sociedades se eleva al 28%.
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Reforma del sector de la agricultura.
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Despolitización de la Administración.
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Impuesto especial hasta 2018 del sector del transporte marítimo.
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Reducción del gasto militar de 100 millones en 2015 y 400 en 2016.
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Desregularización de algunas profesiones excesivamente protegidas.
Privatizaciones exigidas por Bruselas
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Red eléctrica ADMIE.
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Compañía eléctrica PPC.
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Compañía estatal de gas natural DEPA.
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Refinerías de petróleo.
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Puertos del Pireo y Tesalónica.
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Red de aeropuertos regionales (un total de 14).
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Puertos deportivos.
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Activos inmobiliarios.