El uso del celular en el baño podría aumentar el riesgo de hemorroides

El uso del celular en el baño: un hábito cotidiano con riesgos para la salud

El uso del celular en el inodoro se ha convertido en una práctica común para millones de personas alrededor del mundo. Muchos utilizan este tiempo para leer noticias, revisar redes sociales o simplemente distraerse. No obstante, una reciente investigación sugiere que este hábito aparentemente inofensivo podría acarrear consecuencias negativas para la salud.

El estudio, llevado a cabo en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, analizó a 125 adultos que se sometieron a colonoscopias de detección. Los hallazgos revelaron que un 66 % de los participantes utilizaba su teléfono mientras estaba en el inodoro, y estos pasaban más tiempo allí que aquellos que no lo hacían.

Un tiempo prolongado en el inodoro

De hecho, el 37,3 % de los usuarios de teléfonos inteligentes permanecía en el baño durante más de cinco minutos cada vez que iban, en comparación con solo el 7,1 % de quienes no usaban dispositivos móviles. Uno de los descubrimientos más relevantes fue que el uso de teléfonos inteligentes en este contexto se asociaba con un aumento del 46 % en el riesgo de desarrollar hemorroides.

Si bien estudios anteriores han vinculado las hemorroides con un mayor esfuerzo durante la evacuación, los resultados de esta investigación no respaldan esa hipótesis. En este caso, no se observaron diferencias significativas en el esfuerzo entre usuarios y no usuarios de teléfonos inteligentes, ni tampoco en diagnósticos relacionados con el estreñimiento.

Causas subyacentes del problema

Los investigadores sugieren que el tiempo prolongado sentado en el inodoro podría ser un predictor más preciso del desarrollo de hemorroides que el esfuerzo físico involucrado. Esta duración extendida, facilitada por la interacción pasiva con los teléfonos inteligentes, genera una presión adicional sobre las almohadillas hemorroidales.

A diferencia de estar sentado en una silla o sofá, donde existe soporte para el suelo pélvico, permanecer en un inodoro estándar sin ese apoyo incrementa desproporcionadamente la presión en la zona. Con el tiempo, esta presión sostenida puede provocar congestión y favorecer la aparición de hemorroides.

Nueva perspectiva sobre un problema común

Las hemorroides representan el tercer diagnóstico gastrointestinal ambulatorio más frecuente en Estados Unidos, con casi cuatro millones de consultas anuales y un gasto sanitario superior a los 800 millones de dólares.

A pesar de su alta prevalencia y del impacto significativo en la salud pública, aún existe un conocimiento limitado sobre sus factores de riesgo. Los científicos destacan que este estudio ofrece una nueva perspectiva al señalar cómo un hábito moderno tan arraigado como el uso del celular en el baño podría estar influyendo silenciosamente en su desarrollo.

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