El aislamiento de gran parte de la población de Israel a fin de evitar la expansión del contagio, el cierre de los establecimientos educacionales, centros comerciales, fábricas, todo reducido a casi una 30% de la actividad normal hace que las familias modifiquen sus planes de vida, su organización diaria, la gran mayoría de ellas ignora los parámetros y los arma según su mejor saber y pensar.
Y, sin límites, compra y acumula. Los supermercados multiplicaron entre 7 a 10 veces sus ventas, las remisiones domiciliarias tienen una demora de aproximadamente 3 semanas, los precios por las nubes, desaparecieron las ofertas.
La Festividad de Pesaj, las tradicionales Pascuas Judías, están a solo 4 días de comenzar, pese a los grandes cambios que los aislamientos producen, nada de encontrarse en familia, cada uno en su respectiva casa, mentalmente los comportamientos son diferentes, la acumulación de productos es impresionante, sirva un solo ejemplo como muestra, la compra de refrigeradores se incrementó en un 200% cuando lo normal cada año es un incremento del 15%
La producción diaria de huevos oscila en los 6.500.000 unidades, la acumulación por compras produjo un fuerte faltante, nunca algo así se había producido, las grandes cadenas intentan urgentes compras en el exterior, no es fácil.
Faltan huevos.
Mis inteligentes lectores pueden llevar su lectura, el de los huevos, hacia el sector que les plazca, es como el comodín, en cualquier lugar cae bien, en la política y en la vida diaria.