Alguien entendería legítimo que Rajoy, con cara de preocupación por la situación del PSOE, se plantee que es ahora cuando tiene la oportunidad histórica de “tumbar” a la izquierda en unas terceras elecciones y obtener esa mayoría absoluta que le permitiría gobernar a su antojo. Quizás en estas horas bajas, aunque lleno de amargura, Pedro Sánchez sonría entredientes pensando que al final el PSOE no va a abstenerse....
Cinco millones de españoles van a quedar huérfanos de opción política socialista, porque es difícil que el PSOE vuelva a convencer a sus votantes (aunque algunos se mantendrán fieles) tras esta decepción “democrática”, con una verdadera división interna que tardará años en curar. Qué candidato querrá acudir a las nuevas elecciones sin tiempo y viendo que el resto de la direcciòn del partido se cobra “en carne” cada derrota política.
Puede ser que el mayor beneficiado de esta crisis sea quien menos lo esperaba, a punto de desaparecer como opción política (viendo los resultados de las ultimas autonómicas). Ciudadanos puede convertirse en un verdadero voto “útil” para todos aquellos votantes socialistas que hartos del “despiporre” de los dirigentes del PSOE, y teniendo como opción de voto progresista sólo a PODEMOS, opten por elegir a la formación naranja, que por cierto, es la única que ha mostrado cierto sentido de Estado en este aquelarre de elecciones desde 2015.
Veremos si al final los “conspiradores” de la C/ San Vicente, 7 (sede le PSOE andaluz) consiguen frenar la sangría, dejando gobernar a Rajoy y utilizando estos años para recuperar el aliento (y la vergüenza) o si por el contrario, les sale el tiro por la culata y Rajoy (otro político al que nadie se atreve a mover la silla) se lanza al ruedo electoral de nuevo y rompe los planes socialistas forzando unas elecciones donde obtener una mayoría absoluta aplastante y de paso enterrar políticamente a un PSOE que descosido, empieza a destilar por sus heridas cierto olor a muerto.