Medio centenar de Analistas de inteligencia del Mando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han acusado a militares de alta graduación de obligarles a manipular sus informes para presentar un escenario optimista de la guerra que la coalición internacional libra contra los terroristas del Estado Islámico en Siria e Irak.El analista de más alto nivel sobre Irak en el Mando Central (CENTCOM, por sus siglas en inglés), Gregory Hooker, encabeza la
revuelta entre los servicios de inteligencia del Pentágono, según revela el diario New York Times.
Hooker acusa a los altos mandos militares de obligarles a manipular los informes de inteligencia para presentar un escenario extremadamente optimista de los bombardeos contra el Estado Islámico que comenzaron en agosto de 2014.
En concreto, afirma que cambiaron las conclusiones sobre el verdadero grado de preparación de las fuerzas de seguridad iraquíes y el éxito de la campaña aérea en Siria e Irak. Los informes se “politizan” para presentar escenarios de éxito a la Casa Blanca, y a los Comités de Inteligencia del Congreso y Senado.
Se alteran los informes para presentar escenarios optimistas de las campañas aéreas en Siria e Irak
El citado periódico recoge el testimonio del coronel retirado de la Armada y exjefe del Centro de Inteligencia Conjunta del CENTCOM con sedes en Tampa (Florida) y Qatar, Stephen Robb, que reconoce que “los analistas sobre Iraq han estado haciendo esto durante mucho tiempo. Si ellos dicen que hay humo, más vale empezar a buscar el parque de bomberos”.
El analista Hooker ya denunció en 2005, en un informe de 132 páginas publicado por el Instituto Washington sobre Política del Cercano Oriente, que la planificación de la invasión a Iraq en 2003 estuvo repleta de tensiones entre el Secretario de la Defensa Donald H. Rumsfeld y los planificadores militares sobre la permanencia en el poder del régimen de Saddan Hussein y la poca atención prestada a las secuelas de la guerra.
La guerra por la guerra
La información del New York Times desvela que no hay objetivos estratégicos en la guerra contra el Estado Islámico, según David Faulkner antiguo director de objetivos en CENTCOM quien trabajó con los analistas sobre Iraq. “Esto no es más que la guerra por la guerra”, dijo.
Numerosas agencias producen “evaluaciones de inteligencia” sobre las guerras de Irak y Siria, incluida la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) dependiente del Pentágono, la CIA y la NSA, entre las principales. Es habitual intercambiar los borradores de las evaluaciones entre las distintas agencias para incorporar sugerencias, sin que sea obligatorio recogerlas en la redacción final. Estos informes sirven para que tanto los mandos militares como el propio presidente Obama tome decisiones sobre el curso de la guerra.
Estalla la ira en el Congreso y Senado
La gota que colmó el vaso fue un enfrentamiento del jefe de Hooker, el analista William Rizzio, con sus superiores, el general de división Steven R. Grove, jefe de inteligencia del CENTCOM y Gregory Ryckman, adjunto de Grove. Tras una tensa reunión Rizzio fue cambiado de destino. El grupo que encabeza la revuelta está formado por 50 analistas.
Los legisladores demócratas y republicanos han estallado de ira al conocer que los informes que les llegaban de los servicios de inteligencia sobre los progresos de la campaña militar en Irak y Siria estaban manipulados.
La tormenta parlamentaria obligó al jefe del CENTCOM, general Lloyd Austin, a testificar la semana pasada ante un comité del Senado que investiga las denuncias sobre manipulación de los informes. En paralelo, el inspector general del Pentágono ha abierto una investigación entre los altos funcionarios de inteligencia que supervisan a docenas de analistas militares y civiles en el CENTCOM, provenientes en su mayoría de la DIA.
El New York Times informó el mes pasado que había comenzado la investigación, pero el alcance de la misma y sus objetivos estaban poco claros hasta que se han hecho públicas las denuncias del analista Gregory Hooker.
También se manipularon informes sobre las inexistentes armas de destrucción masiva para invadir Irak
Una ley federal de 2011 ampara a los funcionarios de inteligencia a presentar de denuncias por irregularidades al inspector general de la comunidad de inteligencia. Si las autoridades encuentran fundada la denuncia están obligadas a informar a los Comités de Inteligencia del Senado y la Cámara.
No es la primera vez que los directivos de las agencias de inteligencia norteamericanas manipulan sus informes para hacerlos coincidir con los deseos políticos de la Casa Blanca.
En el período previo al inicio de la guerra de Irak en 2003 elaboraron informes en los que se aseguraba que el régimen de Sadam Husein guardaba arsenales de armas de destrucción masiva, cuya finalidad fue justificar la invasión de Irak ordenada por el presidente George Bush, lo cual se demostró después que era falso.