3ª GUERRA MUNDIAL

El Covid-19, ¿en manos del ejército chino?

(Foto: CNN).
mil21 | Domingo 09 de agosto de 2020
El libro 'China Covid-19. La Quimera que cambió el Mundo', de Ediciones Cantagalli, intenta desenmarañar cómo surgió el virus más letal de nuestra historia reciente. El científico Joseph Tritto asegura que los experimentos de bioingeniería que el país asiático realizó con la ayuda financiera y científica de Francia y Estados Unidos se transformaron en una investigación con finalidades de tipo bélico. El laboratorio de Wuhan estaría ahora está en manos del Ejército de Liberación del Pueblo, al mando de la Gral Chen Wei, a quien señalan como una de las mayores expertas en armas bioquímicas y bioterrorismo del mundo.

Parece una realidad que el coronavirus fuese creado en un laboratorio de Wuhan, en concreto, en el laboratorio de bioseguridad nivel 4. Sin embargo, hay que recordar que este complejo no fue desarrollado solo por científicos chinos, ya que también colaboraron franceses y estadounidenses.

Esto ha sido respaldado por una ingente cantidad de documentación revelados por el científico Joseph Tritto, presidente del WABT (World Academy of Biomedical Sciences and Technologies), una institución situada en París, fundada en 1997 con el patrocinio de la UNESCO.

El profesor, de 68 años, es el autor del citado libro, en cuyas 272 páginas relata los orígenes del virus: Comienza con el intento de China de terminar con el SARS, insertando genomas del HIV en los organismos y agregando elementos de coronavirus descubiertos en murciélagos “de herradura” a través de un método llamado “reverse genetics system 2”.

Tal y como desvela Asianews, la responsable de estos experimentos sería la profesora Shi Zheng Li, directora del laboratorio de Wuhan, un que centro ha contado con la ayuda del gobierno francés y del Instituto Pasteur, aunque también han colaborado algunos científicos estadounidenses, como Ralph S. Baric, de la Universidad de Carolina del Norte, e incluso han recibido fondos de EEUU orientados al desarrollo (USAID).

Según Tritto, en su origen las investigaciones se orientaban a combatir las enfermedades, pero poco a poco se transformaron en estudios de bioingeniería para fabricar armas biológicas letales, pasando a ser el laboratorio de Wuhan con más fondos de toda China, bajo el control directo de la Academia de Ciencias y del mismísimo gobierno chino.

Según Tritto, “es probable que la Profesora Shi Zheng-Li no tuviera ningún interés en trabajar para objetivos militares o de otro tipo, a menos de que se viera obligada a ello. Nadie duda de su buena fe”.

El libro detalla además la situación de la Organización Mundial de la Salud, señalada como “un títere” del gobierno de Beijing. Por último, y entre otras muchas reseñas de interés, se insta a establecer normativas mundiales que regulen la investigación sobre las 'quimeras' o la creación de este tipo de laboratorios, el funcionamiento de estos centros de seguridad Nivel-4, y los lazos que existen con militares y civiles, algo que obligaría a las primeras potencias mundiales a suscribirse a la Convención sobre armas biológicas y tóxicas que permita que no pasen este tipo de situaciones, que en esta ocasión ha asolado el mundo con cientos de miles de muertos y millones de infectados.

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