El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se reunió en Moscú con el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, para discutir un plan de paz destinado a resolver el conflicto en Ucrania. La reunión, que duró casi cinco horas, también incluyó la participación de Jared Kushner y otros asesores. Este encuentro se produce tras negociaciones previas entre delegaciones de EE.UU. y Ucrania en Florida. Witkoff es reconocido por su papel en la elaboración del plan de 28 puntos que ha sido objeto de críticas por no abordar las principales demandas de Kiev.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, llevó a cabo una reunión en Moscú con el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, para discutir el plan de paz propuesto por Estados Unidos con el objetivo de poner fin al conflicto en Ucrania. Este encuentro tuvo lugar en un contexto marcado por los recientes avances de las Fuerzas Armadas rusas en la operación militar especial.
Acompañaron a Putin y Witkoff en esta importante cita el yerno del expresidente estadounidense Donald Trump, Jared Kushner; el asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov; y el enviado especial ruso para inversiones y cooperación económica internacional, Kiril Dmítriev.
Antes del inicio de la reunión, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, fue consultado sobre la duración del encuentro, a lo que respondió que se extendería "todo el tiempo que sea necesario". Esta declaración subraya la importancia que ambas partes otorgan a las conversaciones.
Durante su visita a un puesto de mando, Putin afirmó que la iniciativa en toda la línea de contacto está bajo control total de las tropas rusas, que están "aumentando la presión" sobre sus adversarios. Este desarrollo se produce tras las conversaciones mantenidas entre delegaciones de Estados Unidos y Ucrania en Florida el pasado domingo.
Witkoff es reconocido como el principal arquitecto de una propuesta inicial compuesta por 28 puntos. Este plan fue modificado parcialmente durante las consultas con representantes ucranianos celebradas el 23 de noviembre en Ginebra y continuadas recientemente en Florida. La versión original del plan ha sido objeto de críticas por parte de varios países europeos, ya que no abordaba algunas exigencias fundamentales de Kiev, como su negativa a ceder el Donbass y su deseo de unirse a la OTAN.
Además, se incluyeron oportunidades comerciales que permitirían a Rusia establecer relaciones comerciales con Estados Unidos. La situación actual refleja un complejo entramado diplomático donde cada decisión puede tener repercusiones significativas para la región.
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