Un tribunal japonés ha declarado constitucional la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo, desafiando una tendencia de fallos favorables en otras partes del país que habían alimentado esperanzas de igualdad matrimonial. La decisión fue recibida con desilusión por parte de los demandantes y su equipo legal, quienes se manifestaron frente al tribunal de Tokio. Japón es el único país del G7 que no reconoce completamente a las parejas del mismo sexo ni les otorga protección legal clara. A pesar de este fallo, cinco tribunales anteriores habían considerado la prohibición inconstitucional. La abogada Ayumi Higashi sugirió que el tema debería ser debatido en el parlamento. La lucha por la legalización del matrimonio igualitario en Japón continúa, con los casos previstos para ser llevados ante la Corte Suprema.
Un tribunal japonés ha declarado que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo es constitucional, una decisión que contrasta con la tendencia observada en otros tribunales del país que habían alimentado las esperanzas de igualdad matrimonial en Japón. Esta resolución fue recibida con desilusión por parte de los demandantes y su equipo legal, quienes se congregaron frente al palacio de justicia de Tokio.
Japón se posiciona como el único país del G7 que no reconoce plenamente a las parejas del mismo sexo ni les otorga una protección legal clara. Sin embargo, no es un caso aislado en Asia, donde solo Taiwán, Tailandia y Nepal permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La jueza Ayumi Higashi, responsable de emitir el veredicto, afirmó que las leyes sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo deben ser discutidas primero en el parlamento, según informó el diario Mainichi.
Fuera del tribunal, los demandantes y su equipo sostenían carteles que decían "veredicto injusto", según reportes de medios locales. Shino Kawachi, una de las demandantes, expresó a la prensa que la decisión era "difícil de comprender".
“¿Qué es la justicia? ¿Acaso el tribunal nos estaba observando? ¿Consideraron a la próxima generación?” cuestionó Kawachi ante los medios.
Su pareja, Hiromi Hatogai, manifestó estar "extremadamente indignada" y se preguntó si el poder judicial estaba "de nuestro lado". Sin embargo, añadió que continuarían luchando por sus derechos.
Amnistía Internacional calificó esta sentencia como un "dañino retroceso en el camino hacia el matrimonio entre personas del mismo sexo". Boram Jang, investigador de derechos humanos para Asia Oriental en la organización, declaró: “El gobierno japonés debe adoptar una postura proactiva hacia la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo para que las parejas puedan disfrutar plenamente de los mismos derechos matrimoniales que sus contrapartes heterosexuales”.
Este veredicto representa el último de seis decisiones emitidas por tribunales superiores sobre demandas relacionadas con el matrimonio entre personas del mismo sexo presentadas entre 2019 y 2021 en diversas ciudades japonesas como Sapporo, Osaka y Fukuoka. De estas decisiones, cinco consideraron la prohibición como inconstitucional; sin embargo, rechazaron las reclamaciones de compensación de los demandantes.
La sentencia emitida por el tribunal superior de Tokio se aparta de esta serie de fallos que habían fortalecido la presión para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Japón. Los casos ahora serán llevados ante la Corte Suprema.