OPINIÓN

Sentir vergüenza ajena

José Luis Úriz Iglesias | Viernes 21 de noviembre de 2025
Los expertos aseguran que si otra persona o grupo de personas comete un error podemos llegar a sentir vergüenza ajena, ya que basta con que consideremos que esa conducta es digna de avergonzar para sentirla. Se trata de una emoción empática, ya que nos ponemos en la piel de la otra persona.

Hoy, escuchando los debates entre PP y PSOE a cuenta de la corrupción, la he experimentado en su máxima expresión.

Y reconozco que la siento más por los míos, como simpatizante y votante socialista, que en los últimos tiempos les apoyo de manera casi absoluta.

Que hablemos de la corrupción de la derecha en Almería el mismo día que copan las portadas de los periódicos y los informativos el demoledor informe de la UCO sobre el caso Cerdán (a partir de ahora así debemos denominarlo y no Koldo), es para sentir vergüenza ajena.

Duele profundamente esto, porque considero que el efecto que tiene sobre gentes como yo puede ser terrible.

Porque lo que está llegando a una parte importante de la sociedad es que todos somos iguales, que la corrupción es propia de los partidos mayoritarios, lo que hace que el desencanto que produce les haga ir hacia lugares democráticamente destructivos.

Esa sensación es destructiva y rigurosamente falsa, No todos somos iguales y sobre todo no todos reaccionamos de la misma manera ante hechos tan deleznables.

Por poner un ejemplo, durante 12 años tuve puestos institucionales, como concejal de mi pueblo y como parlamentario. Cuando me fui, tenía lo mismo que al entrar, incluso podría decir que algo perdí por ese camino de esfuerzo y dedicación a los demás.

Utilizando términos populares “no me llevé ni un duro”, o euro.

O sea que eso de que todos los políticos somos iguales supone un insulto para los que como yo somos la inmensa mayoría.

Tampoco reacciona igual la izquierda que la derecha a la hora de hacer frente a esta lacra. Los socialistas, aunque a veces no se visualice de manera real, lo han hecho de manera ejemplar en el terrible caso Cerdán, Ábalos, Koldo”, mientras que la derecha es bastante más reticente a la hora de ser ejemplarizante, como el reciente caso Mazón ha dejado en evidencia.

Pero lamentablemente esto no se visualiza así y además el electorado progresista es mucho menos permisivo que el conservador ante estas situaciones, quizás porque la ética siempre se impone a la hora de valorar estos hechos.

Lamentáblemente el daño que gentes como Cerdán, Ábalos y Koldo están haciendo puede ser irreparable.

Otro dicho popular indica que “entre todos la mataron y ella sola se murió"; la democracia corre el riesgo de ser la víctima en este caso.

Las extremas derechas populistas y fascistas están siendo las principales beneficiadas de este desastre y corremos el riesgo de que, ahora que se cumplen los 50 años de la desaparición del dictador, vuelva a resucitar, al menos sus ideas y maneras.

No me veo viviendo en un país con Feijóo-Ayuso de presidentes y Abascal de vice presidente y o hacemos algo rápido, contundente y eficaz, rápidamente o vamos camino de ello.

Para eso necesitamos tres cuestiones de inmediato:

  • Una labor pedagógica potente para trasladar que no todos somos iguales y que sólo las izquierdas pueden corregir estos defectos de manera eficaz
  • No podemos tirar por la borda todo lo bueno que el gobierno actual está haciendo. La alternativa será más injusta, depredadora del medio ambiente, cruel con los diferentes, empezando por los inmigrantes, y eliminará todos los avances en lo referente al estado del bienestar.
  • Por último, todas las encuestas nos trasladan que, especialmente en el espacio a la izquierda del socialismo, se castiga duramente la división. Por eso, Sumar y Podemos tienen la inmensa responsabilidad de evitarlo.

Reconozco que, a la hora de escribir esta reflexión, me encuentro en una situación de profundo sentimiento de vergüenza ajena, con unas intensas ganas de salir corriendo. Pero después de respirar profundamente, sé que volveré a recuperar los deseos de seguir luchando, para evitar que los malos vuelvan de nuevo a tomar las riendas de este país.

Ya lo sufrí en el pasado, no quiero volver a experimentarlo.

Al terminar esta reflexión me llega la condena al Fiscal General del Estado. Un golpe de estado judicial intolerable que debe tener respuesta eficaz por nuestra parte.

Por eso mi mensaje final a todas las izquierdas, a los progresistas, sean centrales o periféricas: el que pueda hacer que haga. Poneos las pilas rápidamente, no más errores, no más despistes. No, no y no!

Veremos.

Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal de PSN-PSOE)

Villava-Atarrabia 20 noviembre 2025

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