Un destacado investigador de DeepSeek, una de las principales empresas de inteligencia artificial en China, ha advertido que la IA podría eliminar la mayoría de los empleos humanos en la próxima década. Durante su intervención en la Conferencia Mundial de Internet, Chen Deli describió el actual periodo como una "fase de luna de miel" que pronto dará paso a un desempleo masivo impulsado por la IA. Esta transformación tecnológica representa una amenaza significativa para la estabilidad social, especialmente en China, que ya enfrenta una crisis de desempleo juvenil. Los datos de EE. UU. indican que las pérdidas laborales relacionadas con la IA ya están ocurriendo, lo que subraya la urgencia del problema. La advertencia plantea un desafío político y de seguridad nacional, sugiriendo que el cambio hacia un mercado laboral automatizado requiere medidas proactivas para mitigar sus efectos y preservar la estabilidad económica y social.
Un investigador senior de DeepSeek, una destacada empresa china en el ámbito de la inteligencia artificial, ha emitido una grave advertencia sobre el futuro del empleo. Según su pronóstico, la inteligencia artificial podría eliminar la mayoría de los trabajos humanos en la próxima década. Este aviso resalta lo que se describe como una «fase de luna de miel» en la que se ha observado un aumento en la productividad, pero que pronto dará paso a un desempleo masivo impulsado por esta tecnología.
La disrupción tecnológica plantea una amenaza profunda para la estabilidad social, especialmente en China, que ya enfrenta una crisis severa de desempleo juvenil. Datos provenientes de Estados Unidos confirman que las pérdidas laborales relacionadas con la inteligencia artificial ya están en marcha, lo que señala un cambio económico global significativo.
En un discurso poco común y sobrio, Chen Deli, uno de los arquitectos clave de las ambiciones chinas en inteligencia artificial, presentó su sombría predicción: la erradicación impulsada por IA de la mayoría de los empleos humanos no es un escenario distante propio de la ciencia ficción, sino un posible descontento social que podría materializarse dentro de diez años. Esta declaración fue realizada durante la Conferencia Mundial de Internet en Wuzhen y refleja cómo los principales tecnólogos del mundo se están preparando para una disrupción económica sin precedentes.
La advertencia proviene de un foro respaldado por el estado y enfatiza una crisis convergente entre tecnología, empleo y estabilidad nacional que los responsables políticos occidentales no pueden permitirse ignorar.
Chen Deli caracterizó la era actual como una engañosa “fase de luna de miel”, donde la inteligencia artificial actúa principalmente como herramienta para aumentar la productividad humana. Sin embargo, advirtió que este periodo está cerrándose rápidamente. A medida que los sistemas de IA evolucionan hacia actores autónomos capaces de razonamiento complejo, su capacidad para desplazar trabajadores humanos aumentará drásticamente. El investigador instó a las empresas tecnológicas a asumir el papel de “informantes”, preparando al público para un mercado laboral donde los roles humanos serán sistemáticamente obsoletos.
Este lenguaje directo proveniente del núcleo del ecosistema tecnológico chino confirma las predicciones más severas sobre la automatización, trasladando el horizonte temporal del desplazamiento masivo de empleos desde un futuro teórico a una realidad inminente.
La advertencia tiene un peso excepcional en China, donde se entrelaza con una crisis preexistente y severa de desempleo juvenil. Las cifras oficiales, ampliamente consideradas subestimadas, alcanzaron previamente un pico del 21.3% a mediados de 2023 antes de que el gobierno detuviera controvertidamente su publicación. La desesperación es palpable; tendencias como “niños profesionales”, donde graduados viven en casa en lugar de aceptar trabajos por debajo de sus calificaciones, y feroz competencia por unos pocos empleos deseables revelan una generación con perspectivas disminuidas.
La advertencia sobre un “apocalipsis laboral” impulsado por IA amenaza con avivar este fuego social latente, desafiando la afirmación central del Partido Comunista Chino sobre su legitimidad: su capacidad para proporcionar crecimiento económico y estabilidad social.
No se trata solo de un desafío limitado a China. Datos provenientes de Estados Unidos confirman que el cambio laboral impulsado por IA ya está en marcha. Según un informe publicado en octubre por Challenger, Gray & Christmas, "Inteligencia Artificial" fue citada explícitamente como causa para 31,039 despidos solo ese mes, convirtiéndose en la segunda razón principal detrás de los despidos corporativos. Esta evidencia tangible desde la economía estadounidense valida la urgencia del aviso proveniente de Wuzhen.
La transición no es un evento futuro a gestionar; es una realidad presente cuya velocidad solo está aumentando, afectando tanto posiciones iniciales como empleos administrativos.
El impacto social del desplazamiento masivo laboral representa una clara amenaza para la seguridad nacional. Históricamente, períodos marcados por desesperación económica y oportunidades destruidas han sido terreno fértil para la radicalización política. Como se ha señalado en análisis previos, las generaciones Z y millennials, quienes serán las más afectadas por estas disrupciones económicas, podrían ser susceptibles a movimientos socialistas y marxistas que prometen seguridad económica a cambio de cambios fundamentales en la estructura económica del país.
Por lo tanto, el principal desafío político debe ser fomentar oportunidades económicas reales y restaurar accesibilidad para las próximas generaciones. No crear proactivamente un marco para mantener relevancia humana en una economía automatizada arriesga no solo dolor económico sino también una erosión fundamental del contrato social.
La advertencia emitida por el investigador de DeepSeek es un llamado claro que trasciende rivalidades internacionales en la carrera por desarrollar inteligencia artificial. Confirma que el mundo se encuentra al borde de una transformación económica que pondrá a prueba la resiliencia de cada sociedad. El desafío para Estados Unidos y sus aliados es doble: aprovechar los indudables beneficios tecnológicos para garantizar seguridad nacional y prosperidad mientras se levantan defensas económicas y sociales necesarias para enfrentar la tormenta venidera.
El objetivo no es detener el progreso sino gestionar sus consecuencias; asegurar que la revolución impulsada por IA fortalezca y no destruya los cimientos de una sociedad libre y estable. La fase romántica ha terminado; ha comenzado la era del manejo responsable.