Mientras la Segunda Cumbre Mundial para el Desarrollo Social tiene lugar en Qatar entre el 4 y el 6 de noviembre, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) hace un llamamiento a los gobiernos para que reconozcan el rol central que la migración tiene en la tarea de avanzar en los esfuerzos para erradicar la pobreza, expandir el trabajo digno y promover la inclusión.
Conmemorando treinta años desde la emblemática Declaración de Copenhague de 1995, la Cumbre congregó a jefes de Estado y de Gobierno, a Líderes del Sistema de Naciones Unidas, representantes de la sociedad civil y del sector privado, para que juntos adopten la Declaración Política de Doha. El documento reafirmó los compromisos mundiales con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el renovado impulso para avanzar en el campo de la justicia social en todo el mundo.
“Tal como fuera destacado en la Declaración Política de Doha, cuando la migración segura, regular y ordenada es usada como un agente impulsor estratégico de la solidaridad, la inclusión y el desarrollo, puede llegar a reducir las desigualdades y a destrabar oportunidades”, señaló Amy Pope, directora general de la OIM al hacer uso de la palabra en la Cumbre en Doha. “Más que separarnos, hay que buscar la manera en que la migración nos mantenga unidos”.
La Declaración Política de Doha establece un renovado compromiso mundial con el desarrollo social arraigado en los derechos humanos, la inclusión y la solidaridad. Pone de relieve la urgencia de erradicar la pobreza y la desigualdad y reconoce a la migración como un agente clave que impulsa el desarrollo sostenible, el cual debe ser seguro, ordenado y digno.
Mientras la Cumbre llega a su fin el jueves, la OIM reafirma su compromiso de traducir estas discusiones en acciones concretas. Como Organismo líder de Naciones Unidas del ámbito de la migración y como Coordinadora de la Red de Naciones Unidas sobre Migración, la OIM sigue apoyando a los gobiernos para que puedan integrar la migración a sus estrategias nacionales sobre desarrollo y cambio climático, aumentando las alianzas para el desarrollo de capacidades vinculadas a la movilidad, y fortaleciendo la protección social para personas migrantes y desplazadas.
El Mediterráneo central con casi 25.000 desaparecidos se ha convertido en la ruta más peligrosa para los migrantes. Estas cifras son un recordatorio trágico de que las personas arriesgan sus vidas cuando la inseguridad, la falta de oportunidades y otros factores de presión las dejan sin opciones viables o seguras en su lugar de origen.
En un español en Alemania nos solidarizamos como emigrantes con la migración.