Rusia ha llevado a cabo un ataque con misiles hipersónicos Kinzhal contra un aeródromo y varias plantas militares en Ucrania, según informó el Ministerio de Defensa ruso. Este ataque, que se produjo en las últimas 24 horas, también incluyó objetivos del sector energético que apoyan la industria militar ucraniana. Las fuerzas rusas afirmaron que todos los objetivos fueron alcanzados y que sus defensas antiaéreas derribaron una bomba guiada y 365 drones. Para más detalles, visita el enlace.
Las Fuerzas Armadas de Rusia han ejecutado una serie de ataques aéreos dirigidos a instalaciones clave de la industria militar y un aeródromo en Ucrania, utilizando misiles hipersónicos Kinzhal, así como otras armas avanzadas. Esta información fue proporcionada por el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado que resume las operaciones realizadas en las últimas 24 horas.
Entre los objetivos atacados se incluyen no solo plantas militares, sino también instalaciones del sector gasístico y energético que abastecían a la industria bélica ucraniana, así como una planta dedicada a la reparación de armamento y material militar. Las operaciones fueron asistidas por vehículos aéreos no tripulados, lo que incrementó la precisión de los ataques.
Los informes indican que todos los objetivos designados fueron alcanzados con éxito, asegurando que las instalaciones impactadas sufrieron daños significativos. Además, durante este periodo, las defensas antiaéreas rusas lograron interceptar una bomba guiada lanzada desde un avión, un proyectil del sistema HIMARS fabricado en Estados Unidos y un total de 365 drones de ala fija.
Este nuevo episodio en el conflicto entre Rusia y Ucrania resalta la escalada de hostilidades y el uso de tecnología avanzada en el campo de batalla, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de la seguridad regional y global.