Francia se enfrenta a una crisis de seguridad tras un audaz robo en el Museo del Louvre, donde cuatro ladrones utilizaron herramientas eléctricas para robar joyas de valor incalculable en solo siete minutos. El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, admitió que las medidas de seguridad fallaron y prometió reforzarlas. Entre los objetos robados se encuentra un collar de diamantes y esmeraldas que perteneció a la esposa de Napoleón. La policía teme que las joyas sean desmanteladas y vendidas en partes si no se capturan a los delincuentes rápidamente. El Louvre permanecerá cerrado mientras continúan las investigaciones sobre este incidente que ha dañado la imagen cultural de Francia.
Las autoridades francesas han decidido intensificar las medidas de seguridad en las instituciones culturales del país tras un audaz robo de joyas ocurrido el pasado domingo en el Museo del Louvre, ubicado en París. Asesores del ministro del Interior, Laurent Nuñez, anunciaron esta decisión después de una reunión con la policía y otros funcionarios.
El incidente ha generado preocupación a nivel nacional, especialmente después de que la ministra de Justicia de Francia calificara los protocolos de seguridad como «fallidos» al no prevenir el robo, lo que ha dejado al país con una «terrible imagen» ante el mundo.
Los ladrones, armados con herramientas eléctricas, ingresaron al museo más visitado del mundo a plena luz del día y sustrajeron ocho objetos considerados de valor incalculable antes de escapar en scooters. Entre las piezas robadas se encuentra un collar de diamantes y esmeraldas que perteneció a la esposa de Napoleón.
Las autoridades temen que, si los delincuentes no son capturados rápidamente, las joyas robadas serán desmanteladas y sacadas del país. El Louvre permanecerá cerrado mientras continúan las investigaciones sobre este asalto sin precedentes.
Un informe preliminar por parte de la Corte de Auditores reveló que un tercio de las salas en la ala donde ocurrió el robo carecen de cámaras de vigilancia. El ministro Darmanin expresó su frustración: «Lo cierto es que hemos fallado, ya que los delincuentes pudieron estacionar un elevador para muebles en medio de París y acceder a joyas invaluables».
A pesar de la gravedad del asunto, el director ejecutivo de Art Recovery International advirtió que si los ladrones no son atrapados en las próximas 24 a 48 horas, las joyas probablemente estarán «perdidas para siempre». Las coronas y diademas robadas pueden ser fácilmente desmanteladas y vendidas en partes pequeñas.
El presidente francés Emmanuel Macron calificó el robo como un «ataque a un patrimonio que valoramos porque es nuestra historia». Por su parte, Nathalie Goulet, miembro del comité financiero del Senado francés, describió el episodio como «muy doloroso» para la nación. La senadora manifestó su decepción y enojo ante la facilidad con la que se llevó a cabo el asalto.
La investigación está en curso para determinar si hubo alguna falla técnica en las alarmas del museo durante el robo. Goulet sugirió que las joyas podrían ser utilizadas dentro de un sistema de lavado de dinero por parte de organizaciones criminales bien organizadas.
El atraco ocurrió entre las 09:30 y 09:40 hora local, poco después de que el museo abriera sus puertas al público. Cuatro ladrones encapuchados utilizaron un camión equipado con un elevador mecánico para acceder a la Galerie d’Apollon a través de un balcón cercano al río Sena. Imágenes del lugar mostraron una escalera montada sobre el vehículo dirigiéndose hacia una ventana en el primer piso.
Dos cómplices rompieron los cristales con una cortadora eléctrica portátil e ingresaron al museo, amenazando a los guardias presentes antes de evacuar el edificio. En solo siete minutos lograron romper vitrinas y robar joyas compuestas por miles de diamantes y piedras preciosas.
A medida que sonaban las alarmas del museo, el personal siguió los protocolos establecidos contactando a las fuerzas de seguridad. Los ladrones intentaron incendiar su vehículo afuera pero fueron detenidos por un miembro del personal del museo.
En total, se robaron ocho artículos valiosos, incluyendo un collar que Napoleón regaló a su esposa Emperatriz María Luisa; una diadema perteneciente a la Emperatriz Eugenia; así como un collar que fue propiedad de María-Amelia, la última reina de Francia.
Cifra | Descripción |
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8 | Número de objetos robados |
7 | Minutos que duró el robo |
2,000 | Número de diamantes en la diadema robada de la Emperatriz Eugénie |
631 | Número de diamantes en el collar robado de Marie-Amelie, la última reina de Francia |