En una tensa conversación telefónica, el expresidente Donald Trump criticó al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu por desestimar la aceptación condicional de Hamas a un acuerdo de alto el fuego en Gaza, diciéndole que es "demasiado negativo". Este intercambio marca un cambio en la postura de EE. UU., que tradicionalmente ha apoyado incondicionalmente las acciones militares de Israel. Trump está presionando para lograr un alto el fuego, vinculado a objetivos geopolíticos más amplios, como las negociaciones nucleares con Irán y la normalización entre Arabia Saudita e Israel. A pesar del apoyo militar continuo a Israel y el aumento de la presión internacional por los ataques a civiles en Gaza, se espera que las conversaciones indirectas en Egipto determinen si se puede alcanzar un acuerdo duradero. La tensión entre Trump y Netanyahu revela una fractura poco común en la alianza EE. UU.-Israel, mientras ambos líderes buscan equilibrar la estabilidad regional y las preocupaciones humanitarias.
En una intensa conversación telefónica, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó de manera contundente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por desestimar la aceptación condicional de Hamas a un acuerdo de alto el fuego. Trump le expresó: «No sé por qué siempre eres tan negativo. Esto es una victoria. Acepta». Este intercambio marca un cambio significativo en la postura estadounidense, que tradicionalmente ha apoyado incondicionalmente la campaña militar de Israel.
La presión de Trump para alcanzar un alto el fuego en Gaza se produce en un contexto donde se priorizan la estabilidad regional y las negociaciones nucleares con Irán, así como la normalización entre Arabia Saudita e Israel bajo los Acuerdos de Abraham. La propuesta incluye que Hamas libere rehenes a cambio de una retirada israelí y un alto el fuego permanente; sin embargo, Netanyahu consideró estas condiciones como un rechazo.
A pesar del descontento global por los ataques aéreos israelíes que han causado la muerte de civiles —61 palestinos en un solo día, incluidos solicitantes de ayuda— Estados Unidos continúa suministrando armas avanzadas a Israel, lo que socava las demandas de paz planteadas por Trump. Las conversaciones indirectas en Egipto, mediadas por enviados de Trump, serán cruciales para determinar si es posible llegar a un acuerdo duradero.
El diálogo entre ambos líderes se tornó «contencioso», según informaron funcionarios estadounidenses. No obstante, tras esta discusión, Trump instó públicamente a Israel a detener los bombardeos, una solicitud que Netanyahu cumplió pocas horas después.
La insistencia de Trump en resolver la situación en Gaza no es únicamente humanitaria; está vinculada a objetivos geopolíticos más amplios. Al poner fin al conflicto, la administración busca fortalecer su posición en las negociaciones nucleares con Irán y avanzar hacia la normalización entre Arabia Saudita e Israel.
A pesar del apoyo militar estadounidense a Israel, críticos argumentan que la negativa de Trump a utilizar este recurso como palanca debilita sus exigencias. Mientras tanto, el costo humano del conflicto sigue siendo alarmante: Gaza enfrenta severas carencias de alimentos, medicinas y agua potable, con barrios enteros reducidos a escombros.
Las conversaciones indirectas programadas para esta semana podrían ser decisivas. Hamas exige una retirada completa de Israel y un alto el fuego duradero, mientras que Israel demanda el desarme del grupo militante. Este desacuerdo ha obstaculizado negociaciones anteriores.
El enfrentamiento entre Trump y Netanyahu pone de manifiesto una rara fisura en la alianza entre Estados Unidos e Israel. El presidente estadounidense parece priorizar una resolución rápida sobre la cautela del primer ministro israelí. La efectividad de esta presión para lograr una paz duradera o simplemente una pausa temporal dependerá del desarrollo de las negociaciones futuras.
Se puede ver más sobre este tema en el video donde Trump anunció la aceptación condicional de Hamas al acuerdo de paz.