Donald Trump ha negado haber mantenido conversaciones con su Gobierno sobre un posible "cambio de régimen" en Venezuela, en medio de crecientes tensiones por el despliegue militar estadounidense en el Caribe. Durante una entrevista, el presidente estadounidense afirmó que no había discutido este tema con su secretario de Estado ni con funcionarios militares. Esta declaración contrasta con las acusaciones del Gobierno venezolano, que sostiene que las acciones militares de EE.UU. buscan desestabilizar al país y apoderarse de sus recursos naturales. Las tensiones entre ambos países han aumentado, con recientes maniobras militares y acusaciones mutuas sobre el narcotráfico. Para más información, visita el enlace a la noticia completa.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desmentido haber mantenido conversaciones con miembros de su Gobierno respecto a la posibilidad de un «cambio de régimen» en Venezuela. Esta declaración se produce en el contexto de las crecientes tensiones generadas por el despliegue militar estadounidense en el Caribe.
Durante una interacción con la prensa, un periodista inquirió al mandatario si había discutido este tema con su secretario de Estado, Marco Rubio, o con sus asesores militares. Trump respondió de manera categórica: «No, no lo he hecho», según reportes de EFE.
La negativa del presidente se opone a las afirmaciones del Gobierno venezolano, que sostiene que las operaciones militares estadounidenses en la región tienen como objetivo provocar un cambio de régimen violento para derrocar al presidente Nicolás Maduro y apoderarse de los recursos naturales del país.
Las declaraciones recientes de Trump sobre Venezuela han sido ambiguas. El 5 de septiembre, afirmó ante los medios que su administración no estaba considerando esa opción, aunque reiteró sin presentar pruebas que desde Venezuela estarían ingresando «miles de millones de dólares en drogas». Más recientemente, volvió a acusar a Maduro sin ofrecer evidencias concretas.
En medio de estas tensiones, Trump instó a Venezuela a detener el envío de drogas a Estados Unidos y mencionó que las fuerzas estadounidenses habían atacado embarcaciones que supuestamente estaban vinculadas al narcotráfico. Sin embargo, solo Washington ha señalado a Caracas como la principal fuente del tráfico de drogas hacia su territorio.
El despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe ha intensificado las fricciones entre ambos países. Según denuncias realizadas por Maduro, actualmente hay ocho destructores y un submarino nuclear apuntando hacia Venezuela. Además, se han incorporado cinco cazas F-35 en Puerto Rico como parte de lo que la Casa Blanca describe como una operación contra cárteles.
Este panorama refleja una escalada significativa en las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, donde ambos gobiernos intercambian acusaciones y muestran posturas beligerantes ante el creciente despliegue militar estadounidense.