La presidenta suiza Karin Keller-Sutter y el ministro de Economía Guy Parmelin están en Washington para negociar con el gobierno de EE. UU. y mitigar el impacto de los nuevos aranceles del 39%. Su objetivo es demostrar que el superávit comercial de Suiza se debe a su papel como centro de refinación de oro y su fuerte sector farmacéutico, no a prácticas comerciales desleales. Estos aranceles podrían poner en riesgo hasta el 1% del PIB suizo, dado que la economía del país depende en gran medida de las exportaciones. Suiza está considerando concesiones en tarifas agrícolas, comercio de oro y compras de aviones para apaciguar a EE. UU., mientras enfrenta el desafío de mantener la aceptación política interna. La situación es urgente, ya que cualquier error podría tener graves repercusiones económicas.
La presidenta de Suiza, Karin Keller-Sutter, junto con el ministro de Economía, Guy Parmelin, se encuentran en una intensa labor de diplomacia para negociar con el gobierno de Estados Unidos y mitigar los efectos de los nuevos aranceles del 39 por ciento. La administración suiza sostiene que su superávit comercial con EE. UU. se debe a su papel como centro de refinación de oro y a un sólido sector farmacéutico, y no a prácticas comerciales desleales, tras una conversación entre Keller-Sutter y el presidente estadounidense Donald Trump.
La imposición del arancel del 39 por ciento representa un riesgo significativo para la economía suiza, que podría afectar hasta un uno por ciento de su producción económica, dado que el país depende en gran medida de las exportaciones de productos como fármacos, relojes y oro. En este contexto, Suiza está considerando diversas concesiones para apaciguar a EE. UU., incluyendo modificaciones en los aranceles agrícolas, ajustes en el comercio del oro, aprovechamiento de compras de aeronaves y presiones a las empresas farmacéuticas para que inviertan más en Estados Unidos y reduzcan los precios de los medicamentos.
El gobierno suizo enfrenta el desafío de realizar concesiones que sean políticamente aceptables en casa mientras atiende las preocupaciones estadounidenses. La urgencia de la situación subraya la necesidad de un enfoque delicado y creativo para evitar repercusiones económicas adversas.
En un esfuerzo desesperado por mitigar el impacto de los aranceles, Keller-Sutter y Parmelin están llevando a cabo una diplomacia intensiva, con la esperanza de presentar una oferta más atractiva al gobierno estadounidense. El gobierno helvético ha enfatizado su disposición para abordar las inquietudes estadounidenses, citando sus significativas inversiones directas en el extranjero y actividades de investigación y desarrollo en Estados Unidos.
En su búsqueda por alcanzar un acuerdo favorable, Suiza contempla varias concesiones:
Keller-Sutter y Parmelin deben encontrar un equilibrio entre hacer concesiones políticamente viables y atender las preocupaciones estadounidenses sobre el déficit comercial. Como señala Stefan Legge de la Universidad de San Galo, «Suiza debe ser creativa» en este proceso.
A medida que la delegación suiza participa en intensas negociaciones en Washington, la incertidumbre sobre el resultado es palpable. La situación exige atención urgente para evitar un posible retroceso económico que afecte al país.
La comunidad internacional observa atentamente si Keller-Sutter y Parmelin logran asegurar un acuerdo que proteja los intereses económicos suizos mientras satisfacen al gobierno Trump. Las apuestas son altas y el tiempo apremia.
Cifra | Descripción |
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39% | Tasa de los nuevos aranceles impuestos |
1% | Porcentaje del PIB de Suiza que podría verse afectado |
36 | Número de aviones F-35 considerados para compra |
2023 | Año en el que Suiza abolió los aranceles industriales |