Los periodistas de la agencia AFP en la Franja de Gaza enfrentan una crisis humanitaria severa, con malnutrición y enfermedades no tratadas que los llevan al borde de la inanición. Desde el inicio del bloqueo casi total en octubre de 2023, la economía local ha colapsado, dejando a los residentes, incluidos los periodistas, en una "desgracia absoluta". A pesar de tener dinero, no pueden comprar alimentos. El ministro francés Jean-Noel Barrot ha pedido la evacuación del personal local de AFP y acceso internacional para reportar sobre la situación. La falta de comida y agua limpia ha resultado en problemas de salud significativos, dificultando su capacidad para trabajar. La comunidad internacional está llamando a la acción urgente para aliviar el sufrimiento de estos valientes reporteros que documentan la guerra en Gaza. Para más información, visita el enlace: https://biblioteca.cibeles.net/starving-in-silence-the-plight-of-gazas-journalists/.
Los periodistas de la Agencia France-Presse (AFP) que se encuentran en la Franja de Gaza están enfrentando una grave crisis humanitaria. La situación ha llevado a muchos de ellos al borde de la desnutrición severa, lo que les impide llevar a cabo sus funciones informativas adecuadamente. Desde octubre de 2023, el casi total bloqueo impuesto sobre Gaza ha provocado un colapso económico, dejando a los residentes, incluidos los comunicadores, en una situación de «total desolación», con dinero pero sin productos para adquirir.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Noel Barrot, ha instado a la evacuación del personal local de AFP y sus familias. Además, ha abogado por el acceso internacional de prensa a Gaza para poder informar sobre la situación actual, a pesar de que Israel mantiene una prohibición sobre los periodistas extranjeros, argumentando preocupaciones de seguridad.
La falta de alimentos y agua potable ha resultado en una notable pérdida de peso entre los reporteros, quienes sufren constantes dolores de cabeza, mareos y fatiga extrema. Estas condiciones han obstaculizado gravemente su capacidad para trabajar, obligándolos a priorizar su supervivencia por encima del deber periodístico.
La crisis ha captado la atención de medios internacionales y organizaciones humanitarias, que han hecho llamados urgentes para tomar medidas inmediatas que alivien el «sufrimiento insoportable» que atraviesan los periodistas en Gaza y aborden la crítica situación humanitaria agravada por el conflicto y el bloqueo.
Los últimos periodistas palestinos que trabajan para AFP se encuentran en un estado crítico. La Sociedad de Periodistas (SDJ) emitió un comunicado advirtiendo que estos profesionales independientes, quienes han sido los ojos y oídos del mundo desde que se prohibió la entrada a periodistas extranjeros en Gaza, ya no pueden desplazarse por el enclave debido a las graves condiciones físicas que enfrentan.
"Son jóvenes, pero su fuerza se está desvaneciendo", señaló la asociación. "La mayoría ya no cuenta con la capacidad física necesaria para continuar con su labor."
A pesar de tener fondos disponibles, los freelancers enfrentan una paradoja: carecen de productos básicos para comprar. El bloqueo casi total desde octubre ha dejado a Gaza sumida en una profunda pobreza.
El llamado urgente por parte de SDJ coincide con las declaraciones del ministro Barrot sobre la necesidad imperiosa de permitir que los medios internacionales ingresen al territorio para documentar lo que realmente sucede. Sin embargo, Israel continúa restringiendo el acceso a los periodistas foráneos bajo el pretexto de mantener la seguridad nacional.
AFP, establecida en 1944, tiene una larga trayectoria operando en zonas conflictivas; sin embargo, lo vivido actualmente en Gaza es inédito. "Desde nuestra fundación, nunca hemos presenciado el horror de ver morir de hambre a uno de nuestros colaboradores", expresó la organización.
A pesar del levantamiento parcial del bloqueo en mayo para permitir un flujo mínimo de ayuda humanitaria, esta ha resultado insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de la población. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) ha calificado como «sin precedentes» la prohibición sobre los periodistas extranjeros y ha solicitado su inmediata reversión.
La crisis impacta profundamente a los reporteros. Bashar Taleb, fotógrafo nominado al Pulitzer este año, compartió el desgaste emocional que enfrenta: "He tenido que dejar de trabajar varias veces solo para buscar comida para mi familia". Otro fotógrafo destacado también relató las dificultades físicas: "Estoy agotado por cargar cámaras pesadas y caminar largas distancias; no tenemos energía suficiente debido al hambre."
Khadir Al-Zanoun, colaborador en Ciudad Gaza, mencionó haber perdido alrededor de 30 kilos desde el inicio del conflicto y sufrir problemas constantes como dolor e inestabilidad. "Solía terminar mis informes rápidamente; ahora apenas puedo completar uno al día debido al cansancio extremo", comentó.
A medida que el conflicto avanza hacia su vigésimo segundo mes, tanto periodistas como civiles viven momentos cada vez más críticos. Las súplicas provenientes del personal local y las advertencias emitidas por organizaciones humanitarias subrayan la necesidad urgente de intervención internacional.
"Prefiero morir antes que vivir así", expresó Zuheir Abu Atileh, colaborador de AFP. "No tenemos fuerzas; estamos exhaustos y colapsando". Este testimonio resuena como un eco del sufrimiento colectivo ante una realidad desgarradora.