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Francia desmiente a Trump: el ataque a Irán solo retrasó su programa nuclear por meses

Francia Irán

OpenAI | Viernes 11 de julio de 2025

El jefe de inteligencia de Francia ha desmentido las afirmaciones del gobierno de Trump sobre el éxito de los ataques aéreos israelíes y estadounidenses en Irán, indicando que estos solo retrasaron el programa nuclear iraní por meses y no por años como se había declarado. Según Nicolas Lerner, gran parte del stock de uranio de Irán sigue desaparecido, lo que plantea serias preocupaciones sobre la proliferación nuclear. Sin inspecciones del OIEA, la situación del uranio enriquecido en Irán es inverificable, lo que podría facilitar su uso encubierto para armamento. La discrepancia entre las declaraciones políticas y la inteligencia sobre el terreno destaca la ambigüedad geopolítica actual y los riesgos asociados con los arsenales de uranio no controlados.



En una reveladora declaración, el principal funcionario de inteligencia de Francia ha desmentido las afirmaciones del gobierno estadounidense respecto a la eficacia de los recientes ataques aéreos israelo-estadounidenses sobre Irán. Según Nicolas Lerner, director de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE) de Francia, estos ataques no lograron destruir por completo el arsenal de uranio de Irán, como se había sostenido desde la Casa Blanca. En cambio, gran parte del material sigue sin ser localizado.

Lerner precisó que los bombardeos solo retrasaron el programa nuclear iraní por algunos meses y no por años, contradiciendo así las declaraciones optimistas emitidas por el gobierno estadounidense. La falta de inspecciones por parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) ha dificultado la verificación del estado actual del uranio enriquecido en Irán, lo que plantea preocupaciones sobre la proliferación nuclear.

Desacuerdos en la evaluación del impacto

Mientras que funcionarios del Pentágono habían estimado cautelosamente un retraso en las ambiciones nucleares iraníes de uno a dos años, Lerner subrayó que las agencias de inteligencia occidentales están profundamente divididas al respecto. El director de la DGSE afirmó: "Cada una de las etapas [del programa nuclear iraní] ha sido muy seriamente afectada". Sin embargo, enfatizó que el programa nuclear ha sufrido un retraso significativo, aunque probablemente solo por unos meses.

Esta discrepancia resalta una creciente brecha entre la retórica política y la inteligencia sobre el terreno. Durante las operaciones aéreas, el expresidente Trump proclamó que sitios clave como Fordow y Natanz habían sido "completamente destruidos". Sin embargo, según Lerner, solo una fracción del uranio enriquecido fue eliminada, mientras que el resto permanece sin contabilizar.

El riesgo de la ambigüedad geopolítica

Las autoridades iraníes han acusado durante mucho tiempo a los inspectores de la IAEA de actuar como espías al proporcionar información a Israel y Estados Unidos para facilitar ataques. Rafael Grossi, director general de la IAEA, admitió recientemente que aunque los ataques causaron daños "severos", no fueron totales. Por su parte, la Comisión Israelí de Energía Atómica ha mantenido una postura más optimista al afirmar que los bombardeos han retrocedido a Irán "muchos años", aunque informes internos sugieren que esta estimación podría ser apenas dos años.

La comunicación del Pentágono también ha sido inconsistente. Mientras un portavoz afirmó que se habían "destruido" instalaciones clave, otros altos mandos evitaron hacer declaraciones tan categóricas, indicando simplemente que los sitios sufrieron daños significativos. Esta ambigüedad ha generado escepticismo entre los aliados y ha llevado a la inteligencia francesa a cuestionar el triunfalismo estadounidense.

Los peligros del uranio no controlado

Antes de los ataques, la IAEA había evaluado que Irán contaba con suficiente uranio altamente enriquecido para desarrollar hasta diez armas nucleares. Ahora, tras la expulsión de inspectores, rastrear su movimiento se vuelve imposible. Lerner advirtió: "No tendremos la capacidad para rastrear [los stocks]". Esta situación aumenta el riesgo de proliferación encubierta, ya que Teherán podría desviar uranio restante hacia fines bélicos o esconderlo en instalaciones profundamente enterradas e inalcanzables.

Funcionarios israelíes temen que Irán intente recuperar material sobreviviente en un escenario que podría desencadenar nuevas acciones militares. Según informes, Jerusalén está preparado para realizar más ataques si Teherán reanuda sus ambiciones nucleares.

A pesar de ello, Trump ha reafirmado su narrativa insistiendo en que Teherán ahora está ansioso por negociar. Sin embargo, sus propias palabras debilitan este argumento al sugerir que acuerdos formales podrían ser innecesarios. "Eso habló más fuerte que cualquier papel", dijo refiriéndose a los bombardeos antes de enviar a su enviado Steve Witkoff para mediar conversaciones indirectas. Sin embargo, sin inspecciones verificables, cualquier avance diplomático corre el riesgo de ser ilusorio.

La inteligencia francesa ha puesto en tela de juicio las afirmaciones del gobierno estadounidense. Al desafiar públicamente las declaraciones sobre el impacto real en el programa nuclear iraní, Lerner destaca una verdad crucial: mientras el uranio iraní no sea completamente contabilizado, la amenaza persiste. La estimación del Pentágono sobre un retraso de dos años puede ser excesivamente optimista; si Irán mantiene reservas ocultas, el reloj ya está corriendo.

Fuentes para este artículo incluyen:

ZeroHedge.com

DW.com

YNetNews.com

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