El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha prometido un asalto a gran escala en Gaza, con el objetivo de destruir a Hamas, mientras críticos advierten sobre la inminente expulsión forzada de palestinos y posibles genocidios. Netanyahu admitió que la destrucción de hogares busca forzar la emigración de los gazatíes, lo que alimenta temores de limpieza étnica. Además, se ha revelado que la ayuda humanitaria será condicionada a que los palestinos no regresen a sus hogares destruidos. A pesar de las afirmaciones de victoria, Hamas sigue activo y los bombardeos indiscriminados continúan causando numerosas muertes civiles. La comunidad internacional enfrenta un dilema: intervenir para detener lo que muchos consideran un genocidio en Gaza. Para más información, visita el enlace.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado abiertamente que su ejército lanzará en breve un asalto devastador y a gran escala sobre Gaza, prometiendo «completar la operación» mediante la destrucción de Hamas. Esta amenaza ha suscitado preocupación entre críticos que advierten sobre la posible expulsión forzada de los palestinos de su tierra natal. Gaza ya se encuentra en ruinas tras 20 meses de bombardeos incesantes, y las recientes declaraciones de Netanyahu indican una escalada en lo que organizaciones de derechos humanos han calificado como genocidio.
Durante una visita a reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), Netanyahu afirmó: «En los próximos días, entraremos con toda nuestra fuerza para completar la operación. Completar la operación significa derrotar a Hamas. Significa destruir a Hamas.» Además, desestimó la posibilidad de un alto el fuego permanente, afirmando: «No habrá una situación en la que detengamos la guerra. Puede haber un alto el fuego temporal, pero vamos hasta el final.»
Las ambiciones genocidas de Netanyahu fueron expuestas en un discurso ante el Comité de Relaciones Exteriores y Defensa de Israel, donde admitió que la destrucción sistemática de hogares palestinos tiene como objetivo forzar un desplazamiento masivo. «Estamos destruyendo cada vez más hogares», afirmó, «y el único resultado inevitable será el deseo de los gazatíes de emigrar fuera de la Franja de Gaza.»
Esta declaración confirma temores persistentes sobre que la campaña militar israelí no solo busca eliminar a Hamas, sino también erradicar completamente la presencia palestina en Gaza. La ONU estima que el 69% de las estructuras en Gaza han sido dañadas o destruidas, incluyendo 245,000 viviendas, mientras que el Banco Mundial calcula daños por $18.5 mil millones —casi el PIB combinado de Cisjordania y Gaza en 2022.
Netanyahu también reveló una nueva política inquietante: los palestinos solo recibirán ayuda humanitaria si no regresan a sus hogares. Esta medida contradice afirmaciones anteriores por parte de funcionarios israelíes y se alinea con un plan de distribución de ayuda respaldado por Estados Unidos que ha sido rechazado por la ONU como «incompatible con los principios humanitarios».
El bloqueo sobre Gaza ya ha llevado a medio millón de personas al borde del hambre, con entregas de ayuda deliberadamente obstruidas. Mientras tanto, políticos israelíes extremistas abogan abiertamente por la recolonización de Gaza. Limor Son Har-Malech, miembro del partido Judío Poder, sugirió: «Traigan a los judíos de Estados Unidos; así matamos dos pájaros de un tiro.»
A pesar de las afirmaciones de Netanyahu sobre una victoria inminente, Hamas permanece intacto y los bombardeos indiscriminados israelíes han causado decenas de miles de muertes civiles. El último ataque aéreo del IDF contra un hospital en Gaza resultó en la muerte de un periodista palestino que se recuperaba tras un ataque anterior, lo cual subraya la brutalidad de esta campaña.
La negativa de Netanyahu a poner fin a la guerra, incluso temporalmente, ha tensado las relaciones con Estados Unidos; se informa que el presidente Donald Trump ha cortado vínculos debido a la búsqueda bélica del líder israelí. Sin embargo, Israel sigue recibiendo apoyo militar y diplomático inquebrantable por parte de potencias occidentales, a pesar del creciente número de evidencias sobre crímenes bélicos.
La campaña en Gaza no es solo una operación militar; es un esfuerzo calculado para borrar la existencia palestina. La abierta aceptación por parte del gobierno israelí del desplazamiento forzado, la destrucción masiva y la manipulación humanitaria revela la verdadera naturaleza del régimen apartheid en Israel. Mientras el mundo observa horrorizado, Gaza se erige como un testimonio desgarrador sobre lo que ocurre cuando un estado opera más allá del alcance del derecho internacional sin ser detenido por consecuencias morales o políticas.
La pregunta ahora no es si Israel intensificará su asalto, sino si finalmente la comunidad global intervendrá para detener este genocidio antes que Gaza quede vacía completamente.
Cifra | Descripción |
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69% | Porcentaje de estructuras en Gaza que han sido dañadas o destruidas. |
245,000 | Número de hogares destruidos en Gaza. |
$18.5 billion | Daños estimados en Gaza, casi el PIB combinado de Cisjordania y Gaza en 2022. |
500,000 | Número de personas empujadas al borde de la hambruna debido al bloqueo en Gaza. |